AFGANISTÁN: LA PENA DE MUERTE NO ES SOLUCIÓN AL TERRORISMO

Death Penalty - Illustration Images - 2016

El presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, no debería firmar órdenes de ejecución. Así lo ha manifestado Amnistía Internacional hoy.

“En una búsqueda apresurada de represalias por el atroz atentado con explosivos que mató a más de 64 personas en Kabul el mes pasado, los planes del gobierno de Afganistán de ejecutar a las personas declaradas culpables de delitos de terrorismo no traerán a las víctimas la justicia que merecen, ni a Afganistán la seguridad que necesita”, ha manifestado Jameen Kaur, directora adjunta de Amnistía Internacional para Asia meridional.

“No hay datos que demuestren que la pena de muerte tiene un efecto disuasorio, y se teme que sólo sirva para perpetuar un círculo de violencia sin abordar sus causas fundamentales.”

La pena de muerte es un castigo cruel e irreversible. En un contexto en el que existen serias dudas respecto a la justicia y la transparencia del proceso judicial, y preocupación por el uso de la tortura por parte de las fuerzas de seguridad para obtener confesiones y por la escasez de vías de apelación, se corre un especial peligro de que se cometan errores que no se puedan corregir.”

“Amnistía Internacional se opone a la pena de muerte en todos los casos sin excepción, con independencia del carácter o las circunstancias del delito, de las características y la culpabilidad o inocencia del acusado, y del método utilizado por el Estado para llevar a cabo la ejecución.”