Amnistía Internacional Estados Unidos: Liberado un niño recluido en el Centro para Inmigrantes de Berks

Hoy, el centro de internamiento del Condado de Berks (Pensilvania) ha adoptado la medida extraordinaria de liberar a Josué*, de tres años, después de que un juez de inmigración dictara su libertad. Josué y su madre, Teresa, de 28 años, huyeron de las amenazas de secuestro y de la agresión física y sexual en Honduras antes de llegar a Estados Unidos buscando asilo. Han estado más de 16 meses recluidos en Berks. Josué, que ya ha pasado más de la mitad de su vida bajo custodia, ha aprendido a hablar y a caminar en reclusión.

En junio, Amnistía Internacional Estados Unidos puso en marcha una campaña para poner fin a la reclusión de los menores de edad y sus progenitores recluidos en centros de detención para familias como el del Condado de Berks. Actualmente hay decenas de progenitores y menores recluidos en Berks, uno de los tres centros de detención para familias de esta índole que existen en Estados Unidos, y que son equiparables a cárceles. Al menos otras tres familias llevan más de 600 días recluidas en Berks.

“La decisión de hoy es bienvenida, pero solo es un alivio temporal para Josué y su madre. Seguiremos luchando para que las personas que solicitan asilo reciban un trato humano y tengan una vista imparcial”, ha afirmado Eric Ferrero, director ejecutivo adjunto de Amnistía Internacional Estados Unidos. “Las familias recluidas en Berks han huido de una violencia atroz en sus países de origen sólo para encontrarse con que en Estados Unidos las meten en la cárcel. Este encarcelamiento absurdo va en contra de los valores comunes de igualdad y dignidad de nuestro país. El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas debe poner en libertad a las familias que quedan y el Departamento de Seguridad Nacional debe cerrar definitivamente todos los centros de detención para familias como el de Berks.”

Muchas de las familias recluidas en Berks proceden de la zona conocida como Triángulo Norte de Centroamérica: El Salvador, Guatemala y Honduras. El Triángulo Norte es una zona generalmente reconocida por sus extremos niveles de violencia e inseguridad, que Amnistía ha documentado ampliamente.