BANGLADESH: DETENER LAS EJECUCIONES INMINENTES DE TRES HOMBRES QUE TRATARON DE MATAR AL EMBAJADOR BRITÁNICO

Bangladesh debe detener las ejecuciones inminentes de tres hombres condenados a muerte por un ataque con granada contra el embajador de Reino Unido. Así lo ha manifestado Amnistía Internacional.

Las autoridades penitenciarias de Bangladesh han confirmado hoy que las ejecuciones de Mufti Abdul Hannan, Sharif Shahedul Alam Bipul y Delwar Hossain Ripon –todos ellos presuntos miembros del grupo armado prohibido Harkat ul Jihad (HuJI)– se llevarían a cabo en breve. Los tres hombres fueron declarados culpables y condenados a muerte por un ataque perpetrado en 2004 en el que resultó herido el entonces alto comisionado de Reino Unido, Anwar Choudhury, y tres personas murieron.

“Estas ejecuciones deben detenerse de inmediato. Aunque las personas que sean declaradas responsables de delitos en juicios justos deben ser castigadas, la pena de muerte nunca es la solución. Es desolador que las autoridades bangladeshíes estén tratando de quitar más vidas en nombre de la lucha contra el ‘terrorismo’”, ha manifestado Olof Blomqvist, investigador de Amnistía Internacional sobre Bangladesh.

“La pena de muerte es siempre una violación de derechos humanos, y no es en absoluto una manera más efectiva de hacer frente a la delincuencia que la cadena perpetua. Enviar a estos hombres a la horca no hará de Bangladesh un lugar más seguro; sólo hará aumentar la cifra de muertos.”

El 19 de marzo de 2017, el Tribunal Supremo bangladeshí rechazó las apelaciones finales de los tres hombres. La única opción que les queda ahora es pedir el perdón presidencial para detener las ejecuciones.

Bangladesh se encuentra entre la minoría de países del mundo que siguen aplicando la pena capital. En 2015, cuatro personas fueron ejecutadas en el país, y casi 200 fueron condenadas a muerte.

“Instamos al presidente Abdul Hamid a otorgar el perdón a estos tres hombres y salvarles la vida. Además, Bangladesh debe declarar de inmediato una moratoria de las ejecuciones con vistas a la abolición total de la pena de muerte. Cada vez hay más países del mundo que están aceptando el hecho de que quitar vidas no disuade a la hora de cometer delitos ni es un medio efectivo de impartir justicia”, ha manifestado Olof Blomqvist.

Amnistía Internacional se opone a la pena de muerte en todos los casos sin excepción, con independencia del carácter o las circunstancias del delito, de las características y la culpabilidad o inocencia del acusado y del método utilizado por el Estado para llevar a cabo la ejecución.