CASO DE LONKO VÍCTOR QUEIPUL Y AMNISTÍA INTERNACIONAL

Señor director:

En la edición de El Mercurio del domingo se volvió a dar cobertura al cierre de la causa por el secuestro del lonko Víctor Queipul y la campaña de Amnistía Internacional que criticaba dicho cierre.

El principal argumento de la Fiscalía es que el lonko no habría colaborado con la investigación. Si esto es así o no es irrelevante para nuestra conclusión de que el cierre es prematuro. Cerrar el caso simplemente porque “el lonko no colaboró” implica ignorar la obligación del Estado de investigar, juzgar y sancionar hechos de tortura, y de dar protección a defensores de derechos humanos.  

Además, significa ignorar elementos de su historia que implican un tratamiento especial. El lonko Queipul es una autoridad tradicional que tiene un rol público de defensa de su territorio y comunidades, pero lamentablemente cuenta con una larga historia de tortura, criminalización y amenazas. Hay que mencionar que el Fiscal que investiga la causa por su secuestro y torturas es el mismo que lleva una de las causas abiertas en su contra (dicho sea de paso, el lonko nunca ha sido condenado por ningún delito). No es de extrañar entonces, que el lonko Queipul desconfíe de diligencias que requieren tener presencia policial dentro de la comunidad y que tenga poca fe en la investigación de su secuestro.

Nuestra esperanza es que ahora sí la Fiscalía avance en este caso a base de la querella presentada por el INDH que acompaña el informe pericial de una experta en aplicación del Protocolo de Estambul. Esperamos que la Fiscalía realice proactivamente las diligencias que no requieran la colaboración del lonko, tenga flexibilidad para realizar las diligencias que sí lo necesiten con sensibilidad por su cultura y su experiencia como víctima de tortura, e intente reconstruir la confianza de que la justicia también puede operar a favor del mapuche.

Ana Piquer, directora ejecutiva de Amnistía Internacional

Nota: Esta carta se publicó hoy en la sección “Cartas al Director” de El Mercurio