Declaración de transparencia de Amnistía Internacional sobre la Ley de Esclavitud Moderna

Millones de personas de todo el mundo son víctimas de la esclavitud moderna. La complejidad de las actuales cadenas globales de suministro significa que los consumidores y consumidoras contribuyen, a menudo sin darse cuenta, a la explotación de otras personas. La esclavitud moderna es por tanto un desafío urgente, y ese es el motivo por el que Amnistía Internacional trabajó. La Ley exige a las organizaciones que realizan actividades en Reino Unido y tienen una facturación igual o superior a 36 millones de libras esterlinas que informen sobre las medidas que toman para asegurarse de que no hay esclavitud moderna en sus cadenas globales de suministro.

Esta es una declaración del Secretariado Internacional de Amnistía Internacional sobre su propio cumplimiento de los requisitos establecidos en el artículo 54 de la Ley. En ella se describen las medidas que ha tomado el Secretariado Internacional de Amnistía Internacional para asegurarse de que no hay esclavitud moderna en nuestras cadenas de suministro ni en ninguna parte de nuestra actividad. La declaración sigue el marco prescrito por la coalición de ONG CORE y en cuya elaboración participó Amnistía Internacional, y abarca todas las áreas establecidas en el artículo 54.5 de la Ley.

ESTAS SON NUESTRAS PRINCIPALES CONCLUSIONES:

  • Nuestros proveedores son principalmente asesorías y prestadores de servicios profesionales cuya labor viene a apoyar nuestro trabajo de fondo en materia de derechos humanos y las actividades que lo mantienen. Estos servicios se ofrecen casi exclusivamente mediante la prestación de servicios directos que no emplean grandes cadenas de suministro, por lo que nuestro modelo de cadena de suministro como tal es, en general, de bajo riesgo.
  • Al llevar a cabo una evaluación de riesgos de nuestros proveedores, identificamos algunos ejemplos de cadenas de suministro más complejas y de bienes o servicios de mayor riesgo que requieren un examen más detenido.
  • Reconocemos que nuestras prácticas laborales internas representan un área de posible riesgo debido al hecho de que nuestro personal realiza la mayor parte del trabajo de la organización. Aunque disponemos de firmes políticas y procedimientos, es necesario revisar de forma específica los riesgos de esclavitud moderna.
  • Consideramos que nuestros procedimientos actuales, en concreto las políticas y procedimientos de compras éticas, constituyen una buena base para gestionar los riesgos relacionados con la esclavitud moderna. Sin embargo, hemos identificado áreas que es preciso investigar más a fondo y mejorar y, por tanto, nos proponemos seguir elaborando nuestro planteamiento a través de las siguientes medidas:
    • examinar más a fondo la cuestión de la esclavitud moderna con los proveedores de mayor riesgo, y dialogar con ellos al respecto;
    • revisar y actualizar los procedimientos de compras éticas para tener en cuenta los riesgos de esclavitud moderna;
    • revisar y actualizar otras políticas y procesos, incluidos los relativos a nuestras prácticas laborales internas, para asegurarnos de que el riesgo de esclavitud moderna se gestiona de forma adecuada; y
    • elaborar e implementar un conjunto específico de indicadores clave de rendimiento y el correspondiente mecanismo de seguimiento en relación con la esclavitud moderna.