IRÁN: CRECE EL TEMOR POR LA SALUD DE PERIODISTA ENCARCELADA Y EN HUELGA DE HAMBRE

Se teme cada vez más por una periodista y activista política encarcelada, cuyo estado de salud se ha deteriorado acusadamente tras 30 días en huelga de hambre, ha manifestado Amnistía Internacional.

Hengameh Shahidi, de 41 años y que padece del corazón desde antes de entrar en prisión, se declaró en huelga de hambre el 9 de marzo como protesta por su detención arbitraria ese mismo día. Se encuentra en estado crítico en la prisión de Evin de Teherán, donde está recluida en régimen de aislamiento. También ha dejado de tomar su medicación y se niega a que le administren fluidos por vía intravenosa.

“La detención arbitraria y encarcelamiento de Hengameh Shahidi ponen una vez más de manifiesto el absoluto desprecio de las autoridades iraníes por los derechos humanos. Deben dejarla en libertad de inmediato y sin condiciones, pues parece hallarse recluida únicamente por ejercer su derecho a la libertad de expresión y asociación”, ha señalado Magdalena Mughrabi, directora regional adjunta de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África.

“Un mes después de su detención, las autoridades no le han proporcionado aún acceso a un cardiólogo. En vez de prolongar su sufrimiento, deben prestarle de inmediato la atención médica especializada que necesita.”

La Fiscalía informó la semana pasada a la familia de Hengameh Shahidi de que unos médicos de la Organización de Medicina Legal, instituto médico forense, irán a la prisión de Evin dentro de unos días para examinarla. Esta medida se ha tomado tras las reiteradas solicitudes presentadas por la familia para que se le preste atención médica especializada.

Según su madre, Hengameh Shahidi ha dicho a su interrogador: “si me pasa algo, tendréis que responder por ello […] El presidente, el Ministerio de Inteligencia, la Fiscalía y la Magistratura [serán] responsables de mi muerte.”

Las autoridades no la han informado de los cargos contra ella y no le permiten ningún contacto con su abogado. Sólo se le ha permitido tener contacto limitado con su familia.

Hengameh Shahidi había sido detenida anteriormente, en 2009, y condenada a seis años de prisión por los cargos de “reunión y colusión para cometer delitos contra la seguridad nacional” y “difusión de propaganda contra el sistema”, en relación con el ejercicio de su profesión y su activismo. Quedó en libertad por motivos médicos en mayo de 2011.

Hengameh Shahidi figura entre diversos periodistas que han sido privados de libertad en el marco de una oleada de detenciones practicadas en el periodo previo a las elecciones presidenciales iraníes de mayo. Entre ellos se encuentran también el director de periódico Ehsan Mazandarani, detenido por agentes de la Guardia Revolucionaria el 11 de marzo, y el redactor jefe de la revista Goftegoo (Conversación), Morad Saghafi, detenido el 15 de marzo. También han sido detenidos varios administradores de canales de la aplicación de mensajería móvil Telegram, plataforma que utilizan millones de personas en Irán.