Irán: Detenida defensora de los derechos humanos que intenta averiguar la verdad sobre sus familiares desaparecidos

Las autoridades de Irán deben liberar de inmediato y de forma incondicional a una defensora de los derechos humanos detenida en su casa anoche y que ya había sido blanco de ataques por parte de las autoridades por su activismo pacífico, ha declarado Amnistía Internacional.

Raheleh Rahemipour lleva años tratando de descubrir la verdad sobre lo sucedido a su hermano y su sobrina, que era un bebé, y que fueron objeto de desaparición forzada a principios de la década de 1980 mientras se hallaban bajo custodia. Este mismo año Raheleh Rahemipour fue condenada a un año de prisión en relación con esos esfuerzos y está a la espera del resultado de su apelación.

Raheleh Rahemipour ya ha sido obligada a soportar la angustia y el dolor de que sus seres queridos fueran objeto de desaparición forzada y ahora se enfrenta a una pena injusta de prisión por tratar de conocer su suerte. Su detención ofrece nuevos indicios de la implacable determinación de las autoridades iraníes de intimidarla para acallarla y prolongar su sufrimiento”, ha afirmado Magdalena Mughrabi, directora adjunta de Amnistía Internacional para Oriente Medio y Norte de África.

“En vez de reaccionar contra familias afligidas que buscan a sus seres queridos, las autoridades de Irán deben responder a sus legítimas reivindicaciones de verdad y justicia.”

Anoche, tres agentes se presentaron en el domicilio de Raheleh Rahemipour, en Teherán, y le mostraron una orden de arresto emitida por la fiscalía de la prisión de Evin. Los agentes, que se cree que pertenecen al Ministerio de Inteligencia, no se identificaron ni dieron razón alguna de la detención y simplemente le dijeron que iba a ser puesta bajo custodia para ser interrogada. No se le permite ningún contacto con su abogado desde su detención.

En febrero de 2017, un Tribunal Revolucionario de Teherán condenó a Raheleh Rahemipour a un año de prisión por “difundir propaganda contra el sistema”. El tribunal citó como “prueba” las entrevistas que ella había concedido a los medios de comunicación sobre la desaparición forzada de sus familiares y su participación en concentraciones pacíficas en las que portaba una pancarta en la que se leía “Matasteis a mi hermano. ¿Qué hicisteis con su hija?”. La ONU había pedido previamente a las autoridades iraníes que dejaran de hostigar a Raheleh Rahemipour.

La sobrina de Raheleh Rahemipour, Golrou, nació en la prisión de Evin en abril de 1984, pero fue arrebatada a su madre cuando sólo tenía 15 días de vida, aparentemente para realizarle exámenes médicos. Posteriormente se comunicó a la familia que había fallecido, pero las autoridades jamás proporcionaron un certificado de defunción ni información sobre las circunstancias de su muerte o de su entierro.

Hossein, hermano de Raheleh Rahemipour y padre del bebé, fue arrestado en agosto de 1983 junto con su esposa, que estaba embarazada, por su afiliación a un grupo político de oposición. Alrededor de un año después de su detención, su familia recibió una llamada telefónica de la prisión de Evin en la que les dijeron que fueran a recoger sus efectos personales, por lo que entendieron que había sido ejecutado. Jamás se devolvió el cadáver a su familia ni se emitió ningún certificado de defunción.

Información complementaria

Raheleh Rahemipour figura entre los diversos defensores y defensoras de los derechos humanos cuyos casos aparecen en el reciente informe de Amnistía Internacional titulado Caught in a web of Repression, que proporciona una descripción detallada de la represión de que es objeto el activismo en favor de los derechos humanos en el país.

Las desapariciones forzadas son crímenes de derecho internacional. Los organismos internacionales de derechos humanos han reconocido que una desaparición forzada puede provocar tal angustia mental como para vulnerar el derecho de los familiares a no ser sometidos a torturas ni a otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes.