Orden de dejar en libertad a las últimas dos familias de un total de cuatro recluidas en el centro de inmigración de Berks

Tras celebrarse las vistas pertinentes ante un juez de inmigración, ayer se ha ordenado dejar en libertad a Carlos, de 4 años, y a Michael,* de 16, que se hallan recluidos en el Centro Residencial del Condado de Berks de Pensilvania.

Carlos y su madre, Lorena,* de 34 años, llegaron a Estados Unidos huyendo de las amenazas, la intimidaciones y la violencia de género grave y reiterada que sufrían en Honduras.  Llevan más de 22 meses recluidos en Berks. Michael y su madre, Maribel,* de 41 años, llevan también más de 22 meses recluidos. Huyeron de El Salvador por las constantes amenazas de muerte que recibía la familia a raíz de que quisieran reclutar a Michael en una banda.

“Las decisiones de ayer son un inmenso alivio para Carlos, Michael y sus familias”, ha manifestado Naureen Shah, directora general de Campañas de Amnistía Internacional Estados Unidos. “Durante las dos últimas semanas hemos visto ordenar poner en libertad a cuatro familias que llevaban casi 700 días recluidas en Berks. Es un avance, pero debemos asegurarnos de que todas las madres, padres, niños, niñas y demás personas recluidas en el centro tienen una vista judicial justa y un trato humano. Encarcelar a familias vulnerables va en contra de los valores de igualdad y dignidad para todas las personas compartidos por todo el país. Estados Unidos debe poner fin a la práctica de la reclusión de familias y cerrar de inmediato los centros de internamiento de familias como Berks.”

Amnistía Internacional Estados Unidos emprendió en junio una campaña para conseguir que se pusiera fin a la reclusión de niños y niñas junto con sus padres y madres en el Centro Residencial del Condado de Berks. En la actualidad hay decenas de niños y niñas recluidos junto con sus padres y madres en Berks, uno de los tres centros de  reclusión de familias que hay en estados Unidos, que son semejantes a cárceles.

Muchas de las familias de Berks son de una región conocida como el Triángulo norte de Centroamérica, formada por El Salvador, Guatemala y Honduras. Se trata de una zona notoria por la violencia e inseguridad extremas, que Amnistía también ha documentado ampliamente.

La semana pasada, sólo unos días después de que un juez de inmigración ordenara dejar en libertad a Diego, de tres años, y a su madre, que se hallaban recluidos en Berks, las autoridades de inmigración recurrieron a la decisión para que volvieran a ser encarcelados. Llevaban más 600 días recluidos.

La versión original en inglés de esta declaración puede consultarse en https://www.amnestyusa.org/press-releases/last-two-of-four-families-ordered-released-from-berks-immigration-center/

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