Las autoridades rusas deben poner inmediatamente en libertad incondicional a decenas de manifestantes pacíficos detenidos hoy e investigar las denuncias según las cuales la policía hizo uso abusivo de la fuerza en San Petersburgo y Yakutsk, ha dicho Amnistía Internacional.
“La intención del Kremlin es clara: sofocar el movimiento de protesta. Pero en los últimos meses también se ha visto claramente que no pueden lograr este reprochable objetivo. Protestar pacíficamente es un derecho, y hay muchas personas en Rusia que quieren ejercerlo. Las autoridades rusas deben comenzar de inmediato a respetar y proteger los derechos de estos manifestantes: es así de sencillo”, ha afirmado Denis Krivosheev, director adjunto para Europa y Asia Central de Amnistía Internacional.
El 7 de octubre, cumpleaños del presidente Vladimir Putin, miles de personas tomaron las calles para exigir la libertad del dirigente de la oposición Aleksei Navalny y pedir que tanto él como otros políticos de la oposición puedan participar en las elecciones presidenciales de marzo de 2018.
La iniciativa se llevó a cabo en más de 70 ciudades y pueblos, y el principal acto tuvo lugar en San Petersburgo, la ciudad natal de Putin, donde la concentración no estaba autorizada. Las autoridades dejaron claro que también rechazarían cualquier petición de Navalny para celebrar cualquier protesta en el futuro en San Petersburgo.
Información general
A las 20.00 horas de Moscú, el número de manifestantes detenidos sólo en San Petersburgo ascendía a 66, y a 196 en otras ciudades y pueblos de todo el país.
Se trata de la tercera protesta masiva organizada este año por Aleksei Navalny y sus partidarios en decenas de ciudades y pueblos. Las dos anteriores (el 26 de marzo y el 12 de junio) acabaron con detenciones masivas.
El 2 de octubre, días antes de la protesta, Aleksei Navalny fue condenado a 20 días de detención administrativa por “llamamientos reiterados a la participación en una reunión pública no autorizada”, en referencia a una concentración en Nizhnii Novgorod el 29 de septiembre.
Su jefe de campañas, Leonid Volkov, también fue condenado a 20 días de detención administrativa por el mismo motivo. Tras apelar, Leonid Volkov quedó en libertad el 5 de octubre, pero ese mismo día volvió a ser detenido. Se le impusieron otros 20 días de detención, al considerar el tribunal que los tuits en los que pedía participar en las protestas del 7 de octubre violaban la ley rusa.
Amnistía Internacional ha pedido anteriormente la libertad inmediata de Navalny y Volkov.