Serbia y Croacia deben centrar ahora sus esfuerzos en garantizar que se rinden cuentas por los crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra, y en dar una reparación a las víctimas en el ámbito nacional, ha dicho hoy Amnistía Internacional tras conocer la sentencia de la Corte Internacional de Justicia, que resuelve que ni Serbia ni Croacia habían establecido la intención necesaria por la otra parte de cometer genocidio durante el conflicto de la década de 1990.
“El hecho de que la Corte no haya podido concluir que existía la intención necesaria en ninguna de las partes para cometer genocidio no cambia el hecho de que, como reconoce la propia Corte, personas de ambas partes cometieron crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra”, afirmó John Dalhuisen, director del Programa Regional para Europa y Asia Central de Amnistía Internacional.
“La rendición de cuentas por estos crímenes está siendo lenta y parcial en ambos países. Ahora que se acerca el final de los últimos juicios en La Haya, tanto Croacia como Serbia deben redoblar sus esfuerzos para ofrecer justicia, verdad y reparación a todas las víctimas.”
“En ambos países las víctimas de la violencia sexual han luchado especialmente para obtener justicia y una reparación. Esto debe ser una prioridad. Y transcurridos 20 años, es un escándalo que la cuestión de las personas desaparecidas siga sin resolverse. Tanto Serbia como Croacia deben actuar con urgencia para hacer justicia a quienes han sido ignorados durante tanto tiempo.”