En respuesta a la propuesta de crear “zonas de distensión” en Siria, que, auspiciada por Rusia, ha sido aprobada hoy por Turquía e Irán y recibida con satisfacción por el gobierno sirio, Lynn Maalouf, directora de Investigación de la oficina regional de Amnistía Internacional en Beirut, ha manifestado:
“Los países que acogen a personas refugiadas de Siria no deben confundir esta propuesta con una oportunidad de devolver a Siria a quienes han buscado protección en sus territorios.”
“El conflicto continúa asolando Siria, y se sigue matando, torturando y deteniendo arbitrariamente a gente cada día. El derecho internacional garantiza a las personas refugiadas el derecho a recibir protección contra la devolución a su país mientras corran realmente riesgo de sufrir graves violaciones de derechos humanos allí. Los Estados que acogen a personas refugiadas tienen la obligación de no devolverlas a Siria, donde su vida y sus libertades corren peligro.”
“Tampoco deben los países aprovechar la propuesta de las ‘zonas de distensión’ para cerrar sus fronteras y negar a quienes huyen del conflicto y la persecución el derecho a solicitar asilo.”
La propuesta, anunciada por primera vez el 3 de mayo, fue rechazada por la oposición siria, que se retiró por ello de las conversaciones de paz auspiciadas por Rusia en Astana, Kazajistán.