TURQUÍA: CON LA TOMA DEL DIARIO ZAMAN, EL GOBIERNO APLASTA LA LIBERTAD DE PRENSA

A Turkish guardpost seen on a destroyed building in front of a breakaway Turkish Cypriot state flag seen in the background on Pentadaktilos mountain in Turkish occupied area in divided capital Nicosia, Cyprus, Wednesday, Nov. 22, 2006. The European Union on Monday, Nov. 27, 2006, failed to persuade Turkey to change its stance over EU member Cyprus, further jeopardizing Ankara's bid to join the bloc.

La toma hoy del periódico Zaman por el gobierno es el último y sumamente preocupante episodio del constante asalto de las autoridades turcas a los medios de comunicación disidentes, ha dicho hoy Amnistía Internacional.

Según informa la agencia de noticias estatal Anadolu, a petición de la Oficina del Fiscal Jefe de Estambul un tribunal nombró un fiduciario estatal para hacerse cargo de la dirección del periódico.

“Al arremeter contra las voces críticas y tratar de acallarlas, el gobierno del presidente Erdogan está aplastando los derechos humanos”, ha dicho Andrew Gardner, experto de Amnistía Internacional sobre Turquía.

“Unos medios de comunicación libres e independientes son, junto con el Estado de derecho y la independencia del poder judicial, las piedras angulares de las libertades garantizadas internacionalmente a las que todo el mundo debe tener derecho en Turquía.”

La semana pasada mismo fueron interrumpidas las emisiones del canal de televisión IMCTV, silenciando el único canal de noticias nacional que daba una visión diferente de la situación en el sudeste de Turquía, donde se han impuesto toques de queda indefinidos mientras enfrentamientos armados han asolado ciudades enteras.

El pasado mes de octubre, administradores designados judicialmente intervinieron el grupo de medios de comunicación Koza İpek. El presidente Erdogan incluso se ha negado a reconocer una sentencia del Tribunal Constitucional que ordena poner en libertad a los destacados periodistas de Cumhuriyet Can Dündar y Erdem Gül.

Los dos periodistas llevan encarcelados desde noviembre de 2015 en espera de juicio, acusados de ayudar a una organización terrorista, realizar actividades de espionaje y dar a conocer documentos confidenciales.

La semana pasada, Amnistía Internacional documentó una preocupante constante de ataques contra la libertad de prensa en Turquía en su Informe Anual sobre la Situación de los Derechos Humanos en el Mundo.