Se niega atención médica a enfermera encarcelada

Irina Danilovich, enfermera y activista de derechos humanos de Crimea (territorio ocupado por Rusia) fue secuestrada por el servicio de seguridad ruso el 29 de abril de 2022. Su salud se ha ido deteriorando progresivamente, y se ha declarado en huelga de hambre en protesta a que le hayan negado la atención médica. Su vida corre peligro.

El 29 de abril de 2022, Irina fue secuestrada en Koktebel (Crimea) por las fuerzas de seguridad rusas en represalia por sus críticas al sistema de atención sanitaria y sus denuncias sobre corrupción. Su familia y su representante legal no conocieron su suerte ni su paradero hasta el 11 de mayo. La propia Irina Danilovich afirma que la amenazaron en repetidas ocasiones con ejecutarla en secreto, y que pasó la mayor parte del tiempo encerrada en un sótano en condiciones inhumanas, y sometida a tortura u otros malos tratos. El 28 de diciembre de 2022 fue condenada a siete años de prisión y una multa de unos 720 dólares estadounidenses. Actualmente continúa acusada de cargos de alta traición.

Al principio del juicio, Irina se quejó de un intenso dolor de oído y afirmó ser incapaz de seguir el proceso judicial; pidió su aplazamiento, pero la solicitud le fue denegada. Su dolencia se fue agravando progresivamente y fue atendida por el personal paramédico penitenciario, pero le negaron la atención médica que solicitaba. Como protesta, se declaró en huelga de hambre el 20 de marzo.

Firma la petición para exigir que Irina Danilovich reciba la atención médica que solicita, quede en libertad y sea absuelta de un delito que no ha cometido.