Ante la firma del acuerdo de paz que hoy se disponen a firmar Estados Unidos y los talibanes en Doha, Zaman Sultani, investigador de Amnistía Internacional sobre Asia Meridional, ha declarado:
“Nadie desea más la paz que la población de Afganistán, que tanto ha sufrido durante las últimos cuatro decenios de conflicto. Cualquier proceso de paz que implique a las partes en el conflicto de Afganistán debe tener en cuenta las voces de las víctimas. No debe desatender sus peticiones de justicia, verdad y reparación por los crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad y otras graves violaciones y abusos contra los derechos humanos cometidos por todos los bandos. Además, debe garantizar los derechos de las mujeres y las niñas y de las minorías religiosas de Afganistán.
“A pesar de las numerosas y constantes dificultades, Afganistán ha alcanzado importantes logros en el ámbito de los derechos humanos en diferentes frentes, que deben protegerse y no revertirse: El derecho de la población civil a caminar libremente por las calles sin morir o sufrir heridas. El derecho de las mujeres a salir de sus casas, trabajar y casarse libremente sin discriminación. El derecho del profesorado a trabajar, y el del alumnado —especialmente las niñas— a acceder a la educación. El derecho de periodistas y defensores y defensoras de los derechos humanos a expresarse libremente y llevar a cabo su importante labor sin temor a sufrir represalias.
“Los derechos humanos deben ocupar un lugar fundamental en un proceso de paz.”