#AmnistíaDice: Los medios de comunicación tienen una gran deuda histórica

Por Rodrigo Bustos, director ejecutivo de Amnistía Internacional Chile 

En el marco de la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado es pertinente recordar que periodistas y medios de comunicación pueden tener un rol clave en relación al abordaje de las violaciones a los derechos humanos.

Durante la dictadura cívico militar hubo personas valientes y medios de comunicación comprometidos con la verdad que, trabajando incluso en la clandestinidad, arriesgaron sus vidas para defender la libertad. Por ejemplo, José Carrasco Tapia, quien luchó permanentemente contra la censura del régimen y fue acribillado en 1986 a balazos en las tapias del cementerio Parque del Recuerdo. Como José Carrasco, una treintena de periodistas y personas de las comunicaciones sociales fueron ejecutadas o hechas desaparecer. No las olvidamos. Al contrario, destacamos su labor e invitamos a los medios a seguir su ejemplo y no avalar los discursos negacionistas que ponen en peligro a las nuevas generaciones.

Por otra parte, durante la dictadura algunos medios de comunicación fueron cómplices e, incluso, encubrieron violaciones a los derechos humanos. Es imposible olvidar el vil titular de La Segunda donde aseguraban que 119 opositores al régimen fueron “Exterminados como ratones” en territorio argentino. Recordemos que ese titular y esa nota, no solo deshumanizaron a las víctimas, sino que también buscaron instalar la versión de que se habían matado entre ellas. O sea, contribuyeron al montaje de los aparatos represivos.

Tampoco podemos olvidar el macabro chiste de El Mercurio para referirse al asesinato de la estudiante Lumi Videla, y el lanzamiento de su cuerpo a la embajada italiana. En esta ocasión también se buscó instalar que el asesinato no tenía que ver con la represión, sino que era un crimen común entre personas asiladas en la embajada.

Estos son solo algunos ejemplos del rol que tuvieron los medios de comunicación durante la dictadura. Recordemos que, en 2013, el ex Presidente Sebastián Piñera, cuando acuñó la expresión cómplices pasivos se refería también a “periodistas, que titularon sabiendo que lo publicado no correspondía a la verdad”.

A 50 años del Golpe de Estado, los medios de comunicación siguen teniendo una gran deuda con la memoria histórica. Por lo tanto, sería esperable que  varios de ellos reconocieran sus errores, los cuales contribuyeron a encubrir  las violaciones de derechos humanos ocurridas en ese periodo y  denostaron a las víctimas. Por otra parte, ante el crecimiento de los discursos negacionistas debieran ser capaces de anteponer la verdad ante afirmaciones que minimizan las atrocidades cometidas y ser claros en que nunca, nunca, pueden justificarse las violaciones a los derechos humanos. De esa forma, será más posible que el Nunca Más pueda hacerse realidad en el futuro.