Abolición de la pena de muerte preceptiva

En respuesta a los proyectos de ley presentados en el Parlamento para abolir la pena de muerte preceptiva, la directora ejecutiva de Amnistía Internacional Malasia, Katrina Jorene Maliamauv, ha afirmado: 

Un activista sostiene una pancarta en Kuala Lumpur antes de la presentación de un memorándum al Parlamento en protesta por la ejecución inminente de Nagaenthran K. Dharmalingam, condenado a muerte por introducir heroína en Singapur, 3 de noviembre de 2021. Foto de MOHD RASFAN/AFP vía Getty Images

Un activista sostiene una pancarta en Kuala Lumpur antes de la presentación de un memorándum al Parlamento en protesta por la ejecución inminente de Nagaenthran K. Dharmalingam, condenado a muerte por introducir heroína en Singapur, 3 de noviembre de 2021.
Foto de MOHD RASFAN/AFP vía Getty Images

“Elogiamos la resolución del gobierno de reanudar las reformas con el fin de abolir la pena de muerte preceptiva y conceder al poder judicial poderes discrecionales para la imposición de penas. Nos complace que los dos nuevos proyectos de ley vayan más lejos que nunca y se propongan abolir la pena de muerte para algunos delitos, eliminar la cadena perpetua hasta la muerte por causas naturales como alternativa y admitan la posibilidad de que todas las personas en espera de ejecución se beneficien de la reforma. Los proyectos de ley para abolir la pena de muerte preceptiva, en caso de ser aprobados por el Parlamento, tendrán consecuencias directas no sólo para las personas que se hallan actualmente en espera de ejecución, sino también para cada uno de los miembros de sus familias que esperan desde hace tiempo esta reforma prometida. Estas históricas enmiendas de la legislación nacional constituyen un paso decisivo que Malasia debe dar simplemente para mejorar la protección de los derechos humanos en nuestro sistema de justicia penal. Pedimos a todos los miembros de ambas cámaras del Parlamento —Dewan Rakyat y Dewan Negara— que den su apoyo a los dos proyectos de ley.” 

“En un avance considerable respecto al pasado mes de octubre, el que las enmiendas permitan la aplicación retroactiva de las medidas y que todas las personas en espera de ejecución tengan la oportunidad de solicitar la revisión de su condena constituye un cambio positivo. Sin embargo, es imprescindible que las autoridades garanticen que todo nuevo proceso de imposición de penas, y aún más cuando se trata de elegir entre la vida y la muerte, esté en consonancia con las normas internacionales sobre juicios justos. Esto significa garantizar que las personas que lo soliciten tengan tiempo y recursos adecuados, incluidos apoyo lingüístico y acceso a representación letrada, para respaldar su solicitud, y que su derecho a recurrir contra la decisión que se adopte esté asegurado. Esto es de fundamental importancia, entre otras cosas porque muchas de las personas condenadas a muerte proceden de entornos socioeconómicos desfavorecidos o son ciudadanas de otros países, y ninguna de las condenadas previamente a la pena de muerte preceptiva tuvo la oportunidad de presentar ante los tribunales la totalidad de las circunstancias atenuantes en sus causas. Debería ser una segunda oportunidad justa.”

“También es preocupante que la flagelación, que constituye trato o pena cruel, inhumano y degradante, y por consiguiente está prohibida por la legislación internacional, siga formando parte de las limitadas penas alternativas a disposición de los jueces a la hora de imponerlas en virtud de la ley modificada. Cuando Malasia avanza hacia la eliminación de la imposición preceptiva de la arcaica y cruel pena de muerte, los líderes y lideresas malasios deben garantizar que cualquier pena alternativa que ocupe su lugar no contraviene la prohibición de la tortura u otros tratos crueles, inhumanos o degradantes.”

“Amnistía Internacional Malasia también insta a que la moratoria de las ejecuciones, que está en vigor desde 2018, se mantenga hasta la abolición total de la pena de muerte y la conmutación de las condenas a muerte. Desde 2018, Malasia apoya sistemáticamente la resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas que pide una moratoria de las ejecuciones, con vistas a su abolición definitiva. La eliminación de la pena de muerte preceptiva es un paso importante pero no debe ser el último. Malasia puede y debe trabajar con rapidez para acabar con esta pena cruel, inhumana y degradante de una vez por todas.”

Información complementaria:

 El 27 de marzo de 2023 se presentaron en el Parlamento, para su primera lectura, dos proyectos de ley relativos a la abolición de la pena de muerte preceptiva: el Proyecto de Ley de Abolición de la Pena de Muerte Preceptiva de 2023 y el Proyecto de ley de Revisión de la Condena a Muerte y Prisión durante la Vida Natural (Jurisdicción Temporal del Tribunal Federal) de 2023.

 La pena de muerte sigue actualmente en vigor para 33 delitos en Malasia, incluidos 11 para los cuales es preceptiva. Desde julio de 2018 está en vigor una moratoria de las ejecuciones, pero los tribunales de Malasia han seguido condenando a muerte a innumerables personas.

Amnistía Internacional se opone a la pena de muerte en todos los casos sin excepción, con independencia del carácter o las circunstancias del delito, la culpabilidad, inocencia u otras características del acusado, y el método utilizado por el Estado para llevar a cabo la ejecución.