Afganistán: La designación de un relator especial, un primer paso importante hacia una supervisión sólida de la situación de los derechos humanos por la ONU

KABUL, AFGHANISTAN — AUGUST 20, 2021: A boy selling Taliban flags, brings his ware towards a military vehicle, in Kabul, Afghanistan, Friday, Aug. 20, 2021. On a quiet intersection outside the central downtown area, two boys were standing in the middle of the road selling oversized white Taliban flags and Taliban lawn flags to put on vehicles. A coyote brown military pick up SUV drives up, and Mullah Esmatullah Khadir, 30, from Musa Qala district in Helmand province, waves to one of the boys to sell him a flag. The boy runs excitedly across the street. The mullah jumps out and lands on his shiny leather loafers and climbs on to the back of the pickup SUV. He then adjusts it onto the antenna pole on the back of the military vehicle. He grins. (MARCUS YAM / LOS ANGELES TIMES)

En respuesta a la resolución adoptada hoy por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU (CDH), por la que se establece la función de relator especial para observar e informar sobre la situación de los derechos humanos en Afganistán, Agnès Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional, ha afirmado:

“Dada la gravedad de la crisis de derechos humanos que afecta a Afganistán, la resolución adoptada no estuvo a la altura de la respuesta contundente que esperábamos del Consejo de Derechos Humanos. Un mecanismo de investigación internacional independiente, con atribuciones que le permitan documentar y reunir datos para enjuiciamientos en el futuro, es fundamental para garantizar justicia, verdad y reparación por los crímenes de derecho internacional y las violaciones de derechos humanos que se están cometiendo.

“Dicho esto, el establecimiento de un relator especial sobre Afganistán dotado de recursos adecuados es un primer paso importante hacia una supervisión seria por parte del CDH de la situación de los derechos humanos sobre el terreno. 

En respuesta a los motivos de preocupación de la sociedad civil en relación con los recursos que suelen asignarse a los relatores o relatoras especiales, el mandato sobre Afganistán recibirá el apoyo de un equipo con competencias en determinación de los hechos, análisis jurídico, derechos de las mujeres y las niñas y de las personas pertenecientes a minorías, derecho a la educación, investigación forense, tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes.

“Esperamos que con este apoyo adicional, el mandato permita el seguimiento y la investigación efectivos de los muchos crímenes de derecho internacional y violaciones de derechos humanos que se están cometiendo en Afganistán y que sea la piedra angular en la búsqueda de justicia, verdad y reparación para la población de Afganistán”, ha afirmado Agnès Callamard.

“Ante la celeridad con que se desarrolla la situación sobre el terreno, es imprescindible que se nombre a la persona titular del mandato con la máxima urgencia posible y que se le proporcionen, de manera oportuna, todos los recursos necesarios para que lleve a cabo su trabajo.”  

Información complementaria

El Consejo de Derechos Humanos de la ONU adoptó el 7 de octubre una resolución para crear la función de relator especial sobre Afganistán. La resolución fue aprobada por votación y apoyada por una abrumadora mayoría de miembros del Consejo.

En septiembre, Amnistía Internacional, junto con más de 50 organizaciones nacionales, regionales e internacionales, instó a los Estados miembros de la ONU a establecer una misión de determinación de los hechos o un mecanismo de investigación independiente semejante para Afganistán, tras no haber autorizado el CDH ese mecanismo en un periodo extraordinario de sesiones en agosto.

Esta semana, una investigación de Amnistía Internacional reveló cómo fuerzas talibanes mataron ilícitamente a 13 personas de etnia hazara en agosto.

En un documento reciente, Afghanistan’s fall into the hands of the Taliban, Amnistía Internacional detalló toda una lista de abusos contra los derechos humanos cometidos por los talibanes, incluidos homicidios de civiles y de soldados que se habían rendido, así bloqueos de ayuda humanitaria, todo los cuales constituyen delitos de derecho internacional.

Amnistía Internacional ha pedido protección para miles de personas afganas que corren peligro grave de represalias a manos de los talibanes, y que van desde personal universitario y periodistas, hasta activistas de la sociedad civil y defensoras de los derechos humanos.