Egipto: Un tribunal echa por tierra las esperanzas de justicia al confirmar la pena de prisión de una defensora de los derechos de las mujeres

En respuesta a la decisión tomada ayer (y anunciada hoy) por el Tribunal de Casación de Egipto de confirmar su declaración de culpabilidad contra Amal Fathy, defensora de los derechos de las mujeres que criticó la falta de protección de las autoridades egipcias a las mujeres frente al acoso sexual, y condenarla a un año de prisión, Philip Luther, director de Investigación y Trabajo de Incidencia de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África, ha declarado:

“La decisión del tribunal de confirmar la declaración de culpabilidad de Amal Fathy y condenarla a un año de prisión muestra una vez más que las autoridades egipcias están deseosas de encubrir, más que mejorar, su espantoso historial de derechos humanos. Una vez más, el poder judicial del país, patriarcal y vergonzosamente deficiente, ha echado por tierra la esperanza de justicia para una defensora de los derechos humanos egipcia. 

Criticar la inacción del gobierno a la hora de abordar el acoso sexual no es un crimen. Nadie debe sufrir castigo —no digamos ya encarcelamiento— por ejercer su derecho a la libertad de expresión y pedir un entorno más seguro para las mujeres. Las autoridades egipcias deben garantizar que esta condena cruel e injusta es anulada de inmediato.

En su estrategia nacional de derechos humanos, las autoridades egipcias hacen alabanzas de sus propias iniciativas para proteger los derechos de las mujeres, pero sus acciones de hoy demuestran que están decididas a socavar esas mismas iniciativas. La comunidad internacional debe responder urgentemente estableciendo un mecanismo de vigilancia y presentación de informes independiente que pueda investigar la situación de los derechos humanos en Egipto, incluidas la violencia sexual y de género y la criminalización de quienes se atreven a denunciarla.”

Información complementaria:

Amal Fathy es una de las innumerables víctimas de la escalofriante e implacable agresión de las autoridades egipcias contra los defensores y defensoras de los derechos humanos que han criticado el historial de derechos humanos del país.

Fue detenida en mayo de 2018 tras publicar en su página de Facebook un vídeo en el que hablaba de su acoso sexual y criticaba al gobierno egipcio por su inacción respecto al tema y por su represión más general de los derechos humanos. Más tarde fue condenada a dos años de prisión, condena que se confirmó en apelación. Quedó en libertad en vigilada en diciembre de 2018.