Europa Oriental y Asia Central: Falta de protección contra la violencia de género intrafamiliar, agravada por la crisis y los “valores tradicionales”
14, Dic. 2022 | Categoría: Noticias, Prensa

©WANA (West Asia News Agency) via REUTERS/File Photo
“La pandemia, la invasión de Ucrania y el horror indescriptible de los conflictos y sus ramificaciones por toda la región han hecho que sea aún más difícil denunciar la violencia de género intrafamiliar para quienes la sufren. Además, ahora es también más complicado huir de situaciones de peligro, acceder a refugios y a otros servicios esenciales de ayuda, obtener órdenes de protección (suponiendo que existan) y contar con recursos jurídicos efectivos”.
A lo largo de los últimos años hemos visto cómo, en todo el mundo, se han ido debilitando las salvaguardias de los derechos de las mujeres y las niñas —incluidas las sobrevivientes de violencia de género intrafamiliar—, tal como ilustran la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos de recortar los derechos de aborto y la retirada de Turquía del Convenio del Consejo de Europa sobre Prevención y Lucha contra la Violencia contra las Mujeres y la Violencia Doméstica (Convenio de Estambul). Numerosos gobiernos de Europa Oriental y Asia Central se han sumado a esta tendencia general.
“Cada vez más, los gobiernos de Europa Oriental y Asia Central promueven ‘valores tradicionales’ e identifican la protección de la igualdad de género y de los derechos de las mujeres con una pérdida de identidad cultural y tradicional, en un intento por captar más apoyos para sus agendas contrarias a los derechos humanos. En consecuencia, las actitudes patriarcales, la misoginia y la homofobia no sólo se han afianzado más, sino que han crecido”, ha declarado Natalia Nozadze.
Las autoridades rusas ofrecen un ejemplo sobresaliente, con la introducción de la homofobia patrocinada por el Estado y la represión implacable de los derechos humanos y los derechos de las mujeres. En 2017, el Parlamento ruso llegó incluso a despenalizar determinadas formas de violencia de género intrafamiliar. Asimismo, en 2020 se llevó a cabo una reforma constitucional para promover la “protección de la familia” y garantizar la “protección del matrimonio como unión entre un hombre y una mujer”.
Por su parte, en 2017, Kazajistán despenalizó también la “ provocación intencional de lesiones leves” y el “maltrato”, al tiempo que debilitaba la protección ofrecida a las sobrevivientes de violencia doméstica. Tanto en Rusia como en Kazajistán, el activismo ha denunciado un aumento en el número de casos de violencia de género intrafamiliar tras la despenalización.
Bielorrusia estudió un anteproyecto de ley sobre la violencia de género intrafamiliar que, sin embargo, fue rechazado en octubre de 2018 tras haber afirmado el presidente Aleksander Lukashenko que el texto era contrario a las “tradiciones bielorrusas y eslavas” para añadir, a continuación, que unos “buenos golpes pueden ser útiles a veces” en el contexto doméstico. En Bielorrusia, las mujeres son disuadidas de denunciar la violencia de género intrafamiliar porque, al hacerlo, puede ponerse en marcha un proceso que termine con la incorporación de la familia a un registro de “peligrosidad social”, a consecuencia de lo cual podrían perder los derechos parentales y provocar el internamiento de sus hijos e hijas en instituciones.
Otros líderes —como fue el caso del presidente azerbaiyano Ilham Aliyev en 2019— abogan abiertamente por un “Estado basado en valores tradicionales”, en contraposición a sociedades que “no distinguen entre hombre y mujer”. Azerbaiyán sigue obligando a las sobrevivientes de violencia de género intrafamiliar a pasar por sesiones obligatorias de mediación con sus maltratadores para procurar la “reanudación de la vida familiar”.
De igual forma, el deterioro del acceso al aborto ha sido catastrófico durante la pandemia de COVID-19. En Rusia, un grupo de defensa de los derechos de las mujeres afirmó que, en el momento álgido de la pandemia, en abril de 2020, sólo tres de los 44 hospitales de Moscú con los que se pusieron en contacto estaban preparados para facilitar servicios de aborto no urgentes.