Identidad de Género: Adultxs, jóvenes y niñxs

Carolina Castillo Quintana y Carolina Cariceo Mardones, Activistas Equipo Diversidad Sexual y de Género, Amnistía Internacional – Chile

Considerando que se está tramitando en el Congreso el Proyecto Ley de Identidad de Género (LIG), es urgente insistir en un apoyo incondicional a la lucha por el Derecho a la Identidad de Género de todxs y cada una de las personas, sin que la edad sea un impedimento para ello, o que por este motivo se pongan obstáculos administrativos que vuelvan- a la larga inviable la aplicación de la ley.  Es necesario decir -una vez más- que como país estamos en deuda con el derecho a la identidad, la libertad personal, la igualdad ante la ley y, sobre todo, con el derecho intrínseco a la dignidad humana.

La tramitación de este proyecto de ley ha sido interminable, esto debido -en gran parte- a los innumerables obstáculos que ciertos sectores han puesto en el camino. De hecho, por estos días, la tramitación se está viendo afectada nuevamente por los cuestionamientos respecto de la posibilidad de que menores de edad puedan o no ejercer su derecho a la identidad de género.

La lentitud con que se ha discutido este proyecto en el Congreso no parece estar considerando la discriminación a las personas con identidades trans que en todo ámbito ha ido aumentando, llegando a cifras realmente alarmantes. Los derechos básicos de las personas trans, aquellos que para cualquier persona son incuestionables, como el derecho a la integridad física, o su derecho a tener una identidad, siguen siendo constantemente vulnerados. Para poder conseguir el tan anhelado reconocimiento de su propia identidad hoy deben recurrir a un procedimiento judicial que no regula específicamente su situación, pasando primero por un sistema engorroso y dañino para su salud psicológica, además de pasar a llevar su bienestar y exponerse de manera desmedida. Después viene la lucha porque estos antecedentes sean aceptados por un tercero – en este caso un juez – dejando el reconocimiento de su identidad de género al criterio de un desconocido.

Debemos ser tajantes al plantear la importancia y la urgencia que tiene la promulgación de la LIG. No sólo estamos hablando de los derechos y la calidad de vida de las personas trans; sino, más básico aún, de la posibilidad de vivir esa vida. Consideremos, por ejemplo, Consideremos, por ejemplo, el estudio realizado por la Red Latinoamericana del Caribe (REDLACTRANS), sobre la Transfobia en América Latina y el Caribe, que alerta de las altas tasas de suicidio entre las personas trans, calculando su esperanza de vida en apenas 37 años. Esta es una problemática de derechos humanos, razón por la cual organizaciones como Amnistía Internacional se han involucrado en la discusión, apoyando la aprobación de una LIG que garantice estos derechos para todas las personas.

Considerando lo anterior, es particularmente preocupante la posibilidad de que menores de edad queden fuera del proyecto de ley, o bien que sólo incluya a adolescentes mayores de 14 años con la obligación de tener el consentimiento de sus padres. Insistimos en recordar que el deber del Estado es hacerse cargo de tomar todas las medidas adecuadas para garantizar que cada niñx se vea protegidx contra toda forma de discriminación, cualquiera sea su género.

Frente a estas indicaciones nos preguntamos: ¿Qué pasará con un niñx menor de 14 que deberá ir a su colegio con un nombre, uniforme e identidad que no le corresponde? ¿Qué o quién le protege de la discriminación? ¿Qué pasará con aquellxs adolescentes que no tienen el apoyo de sus padres, madres o tutores?  ¿Tendrán que esperar su mayoría de edad para el cambio de su identidad registral? Durante este tiempo en que sus derechos son vulnerados: ¿El Estado se hará cargo de ellxs? ¿Les apoyará o hará un acompañamiento psicológico, por ejemplo? Y en última instancia: ¿No significa esto que el Estado estaría violando los derechos humanos de estxs niñxs y adolescentes por el solo hecho de ser tales?

El Estado debe cumplir con sus compromisos en materia de derechos de niñxs y adolescentes brindando la debida protección y reconocimiento a las personas trans de todas las edades, dando todas las facilidades para que puedan obtener el documento que acredite su identidad de género REAL.

El respeto, el derecho, y la integración debe ser el horizonte de este proyecto de ley, para vivir en una sociedad que no rechace ni discrimine a ninguna de las personas que la componen.

Todos, todas y todxs sin distinción tenemos el derecho a que se nos valore y reconozca por lo que consideremos ser, porque eso es lo que somos. La LIG debe considerar el respeto por los derechos de nuestrxs niñxs y adolescentes, para que realmente se convierta en una herramienta contra la discriminación y para la protección de la dignidad de todxs las personas trans.