En respuesta a la información de las autoridades indonesias de que una embarcación con decenas de personas refugiadas rohinyás está a la deriva y probablemente en apuros en aguas de la provincia de Aceh, el director ejecutivo de Amnistía Internacional Indonesia, Usman Hamid, ha manifestado:
“Instamos a las autoridades de Indonesia a garantizar rápidamente el rescate, el desembarco y la protección de las personas refugiadas. Estos niños, niñas, mujeres y hombres probablemente lleven en el mar semanas, incluso puede que meses, y hay que cubrir sus necesidades básicas, como comida, ropa, agua, medicamentos y un refugio adecuado”.
“Estamos ante el último acto del incesante suplicio que sufren las personas rohinyás abandonadas en el mar. Además de garantizar urgentemente la seguridad de estas personas, el gobierno de Indonesia debe iniciar una comunicación intensa con los líderes y las lideresas de los países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático y del Proceso de Bali, para rescatar a todas las personas que siguen atrapadas en embarcaciones precarias. Demasiadas personas han muerto en estos viajes; es hora de que los y las dirigentes intervengan y salven vidas”.
“En tiempos de COVID-19, también instamos a todos los países de la región a garantizar el bienestar de las personas refugiadas y no devolverlas al mar. Son sumamente alarmantes las informaciones recibidas sobre dichos planes en Malasia. En virtud del derecho internacional, todos los países tienen la obligación de proteger y rescatar a las personas en peligro de sufrir daños graves. Negarse a rescatarlas o, incluso peor, volver a embarcar a personas traumatizadas y enviarlas a aguas peligrosas, constituyen violaciones claras del derecho internacional.”
Información general
Las autoridades policiales de Aceh del Norte han afirmado haber detectado a 94 personas refugiadas rohinyás, principalmente mujeres y niños y niñas, en una embarcación en la zona costera de la playa de Seunuddon.
Otras fuentes han contado a Amnistía Internacional que la cifra de personas refugiadas podría ascender a 145, y que fueron vistas por primera vez por un pescador que se hallaba cerca y según el cual la embarcación estaba en peligro. La Oficina del ACNUR en Indonesia ha confirmado el caso a Amnistía Internacional.
Continúan cometiéndose crímenes de lesa humanidad contra la población rohinyá que sigue viviendo en el estado myanmaro de Rajine (se calcula que 600.000 personas) y, tras varias oleadas de brutales operaciones militares en 2016 y 2017 que forzaron su huida, casi un millón de rohinyás viven hacinados en campos de refugiados de Bangladesh, donde su supervivencia depende de la ayuda humanitaria.