Israel / Territorios Palestinos Ocupados: La demolición de Jan al Ahmar y el traslado de sus habitantes por Israel son crímenes de guerra

El traslado forzoso de personas palestinas de sus hogares por parte de Israel y el asentamiento de civiles israelíes en los Territorios Palestinos Ocupados violan el IV Convenio de Ginebra y son crímenes de guerra, ha manifestado Amnistía Internacional mientras continúa vigilando sobre el terreno el rápido desarrollo de la situación en el pueblo palestino de Jan al Ahmar.

Esta mañana, las fuerzas de seguridad israelíes han cerrado las zonas situadas en torno a la comunidad de Jan al Ahmar para preparar la destrucción del pueblo entero, incluida la escuela, las tierras de cultivo, una mezquita y los hogares de todas las familias que viven allí.

Proceder a la demolición de Jan al Ahmar no sólo es absolutamente cruel, sino que también constituye traslado forzoso, que es un crimen de guerra. Se debe hacer rendir cuentas a Israel por estas graves infracciones del IV Cuarto Convenio de Ginebra, que es una norma que estableció para sí mismo y exigió a otras naciones. La comunidad internacional también tiene la obligación de garantizar que se respetan los Convenios de Ginebra. La demolición de Jan al Ahmar debe detenerse”, ha afirmado Magdalena Mughrabi, directora adjunta de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África.

“Las fuerzas israelíes han declarado Jan al Ahmar zona militar cerrada y han bloqueado todas las entradas al pueblo, imponiendo incluso multas a personas que iban a aparcar sus automóviles allí o en las inmediaciones. Hemos recibido información sobre agresiones violentas contra manifestantes y limpieza de carreteras para permitir el acceso de las excavadoras. Las fuerzas de seguridad han herido y, en algunos casos, detenido brevemente a activistas locales e internacionales. Decenas de personas –hombres, mujeres, niños y niñas– se enfrentan al trauma del desplazamiento y de la destrucción de sus hogares por las fuerzas ocupantes.”

Jan al Ahmar tiene alrededor de 180 habitantes, pertenecientes a la tribu beduina yahalin. Situado al este de Jerusalén, el pueblo está rodeado por varios asentamientos ilegales israelíes. Su destrucción dejará espacio para la ampliación y conexión de grandes conjuntos de asentamientos, que al final rodearán la zona entera de Jerusalén Oriental y restringirán aún más el acceso de la población palestina a la ciudad.

El 24 de mayo, el Tribunal Supremo de Israel determinó que Israel podía destruir el pueblo entero, incluida la escuela, que está construida con neumáticos y proporciona educación a unos 170 niños y niñas de cinco comunidades beduinas distintas.

El 4 de julio, las fuerzas israelíes asaltaron de madrugada el cercano pueblo beduino de Abu al Nuwwar y demolieron 10 viviendas y estructuras para el ganado palestinas.

Se puede consultar a representantes de Amnistía Internacional que continúan vigilando la situación desde Jerusalén Oriental.