Cuando el alto comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi, se dispone a abandonar Kenia hoy tras mantener conversaciones con el presidente Uhuru Kenyatta y visitar el campo de Dadaab para personas refugiadas, Amnistía Internacional pide que se adopten medidas concretas que garanticen la continuidad de la protección para los miles de refugiados en peligro de devolución a Somalia, un país desgarrado por el conflicto. El gobierno de Kenia ha anunciado sus planes de cerrar Dadaab, el campo de refugiados más grande del mundo, antes de noviembre de 2016.
Tanto el gobierno de Kenia como el ACNUR deben garantizar que:
- ningún refugiado es repatriado a Somalia contra su voluntad; y que todas las repatriaciones se realizan por decisión voluntaria de cada refugiado.
- Mientras, el gobierno keniano debe reabrir el Departamento de Asuntos sobre Refugiados y garantizar que ofrece servicios imprescindibles a todos los refugiados.
Amnistía Internacional sigue recibiendo informes de detenciones, reclusión y hostigamiento de refugiados por parte de la policía en muchas zonas de Kenia desde que en mayo fue anunciado el plan gubernamental de cerrar el campo.