LA COMUNIDAD BAHAÍ DE YEMEN, PERSEGUIDA POR LAS AUTORIDADES HUZÍES LEALES A SALÉ

Más de 20 hombres y mujeres bahaíes podrían ser detenidos inmediatamente por las autoridades huzíes leales a Salé en Saná, la capital de Yemen, ha declarado Amnistía Internacional.

“Las autoridades huzíes leales a Salé deben dejar de inmediato de perseguir a los miembros de la comunidad bahaí de Saná”, ha afirmado Lynn Maalouf, directora de Investigación de la oficina regional de Amnistía Internacional en Beirut.

“La detención de hombres y mujeres bahaíes a causa de su fe parece formar parte de la represión general de las minorías por parte de las autoridades huzíes leales a Salé, y hace que familias enteras vivan con miedo por su seguridad y la de sus seres queridos, por no hablar de que son una clara violación de las obligaciones contraídas por Yemen en virtud del derecho internacional.”

La semana pasada, tres hombres bahaíes fueron detenidos arbitrariamente; uno de ellos quedó en libertad más tarde tras las muestras de indignación pública y negociaciones locales. Según la información obtenida por Amnistía Internacional, hace unos diez días, decenas de miembros de la comunidad bahaí recibieron llamadas de amenaza del fiscal general del Tribunal Penal Especializado, en las que se les exigía que se presentaran en su oficina para ser interrogados sobre el bahaísmo so pena de ser detenidos en sus domicilios. Algunas de las personas que recibieron las llamadas ya habían sido detenidas arbitrariamente con anterioridad. Los hijos e hijas de algunos miembros de la comunidad bahaí podrían ser detenidos junto con sus progenitores porque no tienen otro sitio adonde ir.

Información complementaria

El 10 de agosto de 2016, unos agentes armados y cubiertos con pasamontañas de la Oficina de Seguridad Nacional de Yemen, que trabaja conjuntamente con las autoridades huzíes, irrumpieron en un taller de jóvenes bahaíes en Saná y detuvieron a 65 personas de la comunidad bahaí, entre las que había seis menores de edad.

Hamid Haydara, miembro de la comunidad bahaí, está detenido desde diciembre de 2013, acusado de intentar convertir a personas musulmanas a la fe bahaí. También está acusado, entre otras cosas, de apostasía, de trabajar en favor del gobierno israelí y de socavar la independencia del Estado yemení, cargos todos ellos castigados con la pena de muerte preceptiva según la legislación de Yemen. Amnistía Internacional se opone a la pena de muerte en todos los casos sin excepción y hoy ha publicado el contenido de una carta enviada a las autoridades huzíes en marzo tras tener conocimiento de que Hamid Haydara había sido sometido al régimen de aislamiento.

Yemen ratificó el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos en 1987, por lo que tiene la obligación de garantizar el derecho de todas las personas a tener o adoptar la religión o las creencias que elijan, y a practicar su religión “individual o colectivamente, tanto en público como en privado”.

La comunidad bahaí también sufrió persecución a causa de su fe durante el gobierno del ex presidente Ali Abdullah Salé, antes del conflicto armado.