Líbano: Seguridad General debe detener la deportación inminente de seis sirios

Actualización: En una satisfactoria declaración realizada el 8 de septiembre, el general de división Abbas Ibrahim, jefe de la Dirección de Seguridad General de Líbano, confirmó que no van a deportar a los seis hombres sirios. Amnistía Internacional pide a la Dirección de Seguridad General que implemente esta decisión y ponga en libertad a los hombres. La organización pide asimismo a la embajada siria que devuelva sin demora a los hombres sus pasaportes, que hasta el momento continúan en poder de la embajada. Este caso es una amarga ilustración de las consecuencias de la decisión del Consejo Superior de Defensa de deportar a las personas refugiadas que entraran en Líbano “ilegalmente” después del 24 de abril de 2019. Habida cuenta de que el derecho a solicitar asilo es un derecho fundamental y que Siria sigue siendo un lugar inseguro al que regresar, la decisión debe ser revocada sin demora y las personas refugiadas procedentes de Siria deben recibir protección completa en Líbano.

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A pesar del grave peligro que les aguarda en Siria, la Dirección de Seguridad General de Líbano emitió el 5 de septiembre su decisión de deportar a seis refugiados sirios acusados de entrar en el país de forma irregular. Heba Morayef, directora regional de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África, ha manifestado:

“Las autoridades libanesas son perfectamente conscientes del sombrío destino que aguarda a estos hombres en Siria. En nuestro último informe documentamos la manera en que las autoridades sirias atacan específicamente a personas que huyen del país, y las someten a tortura, detención arbitraria y desaparición forzada a su regreso a Siria. La deportación de estos hombres sería una violación flagrante de las obligaciones internacionales de Líbano, entre ellas las contraídas en virtud de la Convención de la ONU contra la Tortura.

“Nuestro mensaje es claro y rotundo: Siria no es seguro para quienes regresan. Las autoridades sirias siguen cometiendo espantosas atrocidades y violaciones de derechos humanos, y enviar de vuelta a Siria a personas refugiadas equivale a poner deliberadamente sus vidas en peligro. Instamos a las autoridades libanesas a detener todas las deportaciones forzadas y respetar los compromisos formulados sobre los derechos de las personas refugiadas, incluidos los relativos a la protección jurídica y a la no devolución (non refoulement).”

Según la legislación libanesa, estos hombres deberían poder impugnar judicialmente su orden de deportación. Deberían poder reunirse con sus abogados y ponerse en contacto con sus familias.

En Líbano viven más de un millón de personas refugiadas sirias, que actualmente constituyen más de una cuarta parte de la población. En una carta enviada en diciembre de 2020 a Amnistía Internacional, la Dirección de Seguridad General confirmó que las autoridades habían deportado a 6002 personas sirias desde mayo de 2019, 863 de ellas en 2020. Las deportaciones se detuvieron parcialmente en 2020 a causa de la pandemia.

“Nuestro mensaje es claro y rotundo: Siria no es seguro para quienes regresan”, Heba Morayef, directora regional de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África

El 28 de agosto, la Dirección de Inteligencia del ejército libanés anunció que seis hombres sirios habían sido detenidos ante la embajada siria en Baabda tras haber recibido llamadas de la embajada para invitarles a acudir a recoger sus pasaportes. Los hombres fueron acusados de entrar ilegalmente en el país y fueron entregados a la Dirección de Seguridad General. Desde que los detuvieron, no les han permitido ponerse en contacto con sus abogados o familiares. Sus abogados creen que al menos uno de ellos ha sido torturado. Tras una serie de denuncias y varias peticiones, Seguridad General dio a sus abogados un ultimátum: o conseguían para los hombres visados para un tercer país en un plazo de 48 horas, o los deportarían a Siria. Los abogados trataron de recoger los pasaportes de sus clientes en la embajada, pero el personal de allí les negó la petición. El hermano de uno de los hombres también ha intentado hoy recoger un pasaporte —después de que Seguridad General dijera que sólo podía recogerlos un familiar—, pero no lo ha conseguido. El abogado Mohammed Sablouh ha escrito al relator especial de la ONU sobre la tortura para pedirle que intervenga en el caso de estos hombres.

Se cree que cinco de los seis hombres son de la gobernación de Deraa, en el sur de Siria, donde los enfrentamientos violentos entre fuerzas gubernamentales sirias y grupos armados se han intensificado en los últimos meses. Cientos de personas han muerto o han resultado heridas y decenas de miles de civiles han huido de la zona. Las fuerzas gubernamentales también han sometido a un letal asedio a Deraa al Balad.