Manifestaciones multitudinarias

En Líbano estallaron protestas multitudinarias poco después de que, el 17 de octubre, el gobierno anunciara nuevas medidas fiscales. Se creó un panorama sin precedentes, en el que decenas de miles de personas de distintas religiones y clases sociales se congregaron pacíficamente en ciudades de todo el país para acusar a los líderes políticos de corrupción y pedir reformas sociales y económicas.

Ondeando la bandera nacional, las multitudes entonaban el lema de “abajo el régimen”, repitiendo en muchos casos que “todos significa todos”, en alusión a los gobernantes principales de las diversas sectas religiosas que llevan decenios dominando el panorama político libanés.

El motivo subyacente era la frustración con el gobierno y la élite política, que llevaba años acumulándose. La ira popular se ha intensificado en los últimos años debido a las restricciones de agua y electricidad y a la falta de medidas del gobierno para gestionar el problema de los residuos y la crisis económica del país.

Pese a los intentos del gobierno de calmarlas anunciando reformas, las manifestaciones continuaron en Beirut, Trípoli, Zuk, Yal el Dib, Sidón, Nabatiye, Tiro y Zahlé. A los trece días de protestas, el primer ministro, Saad Hariri, anunció su dimisión.