Nawal Benaissa, 36 yeards-old, is a mother of 4 who joined Hirak early on and became one of its main female leading voices. She took part to several protests with her husband and children and has been very active on social media. Her Facebook profile gained more than 80 000 followers, before authorities asked her to shut down during one of her detention in custody. She was arrested and held in custody for few hours four times between June and September 2017. This last time she was sued and on mid-February 2018, she was sentenced to 10 months suspended sentence and a fine of 500 hundred dirhams for inciting to commit an offence (by speech, cries or threats made in the places where public meetings, either through posters exposed to the public or by any means fulfilling the condition, advertising, including electronically, on paper and by audio-visual channel, if the provocation has not been followed by effect. Article 299 of the penal code). Her lawyer has appealed the sentence, the Court of Appeal has yet to rule.
Benaissa responded to the court’s decision on her Facebook page by expressing her continued support for the Rif protests. “I am proud to take part in the protests in the region and I denounce the imprisonment of Hirak activists. I demand their immediate release,” she wrote.
Few weeks ago, she moved from the northern city of Al Hoceima to another Moroccan city in order to flee harassment from authorities.
En respuesta a la noticia de que el Tribunal de Apelaciones de Alhucemas ha confirmado la sentencia condenatoria impuesta a Nawal Benaissa y su condena condicional de 10 meses de prisión y multa, Heba Morayef directora de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África, ha declarado:
“Se trata de un terrible error judicial. El único ‘delito’ que cometió Nawal Benaissa fue unirse a las protestas pacíficas para exigir los derechos de las personas que habitan la región del Rif. Las autoridades marroquíes han puesto claramente en el punto de mira a Nawal Benaissa por su papel en el movimiento del Rif (Hirak) para que sirva de escarmiento a otras personas que pudieran tener intención de protestar. En vez de seguir reprimiendo a defensores y defensoras de los derechos humanos y personas que protestan pacíficamente, las autoridades deberían revocar de inmediato su condena y retirar todos los cargos contra ella.”
Información complementaria
Las autoridades de Marruecos han intimidado y hostigado reiteradamente a Nawal Benaissa, a quien detuvieron cuatro veces entre junio y septiembre de 2017. En febrero de 2018 se le impuso una condena condicional de 10 meses de prisión y una multa de 500 dirhams (unos 50 dólares estadounidenses) por “participar en una manifestación no autorizada”, “insultar a agentes encargados de hacer cumplir la ley” e “incitar a la comisión” de delitos. El Tribunal de Apelación de Alhucemas confirmó la condena el 17 de enero de 2019.
Las protestas del Rif, que comenzaron en la ciudad septentrional de Alhucemas de esta región en octubre de 2016, exigen justicia social y el fin de la marginación de las comunidades de la región rifeña.
El caso de Nawal Benaissa figura en la campaña de Amnistía Internacional Escribe por los Derechos. Si desean más información hagan clic aquí.