Personal de Amnistía Internacional, blanco de programa espía malicioso

Una persona miembro de la plantilla de Amnistía Internacional ha sido objeto de una sofisticada campaña de vigilancia en lo que la organización sospecha que fue un intento deliberado de espiar a su personal por parte de un gobierno hostil a su trabajo.

A principios de junio de 2018, una persona miembro de la plantilla de Amnistía Internacional recibió un mensaje sospechoso de WhatsApp en árabe. El texto contenía detalles sobre una supuesta protesta frente a la embajada saudí en Washington D.C., seguido de un enlace a un sitio web. Las investigaciones del equipo de tecnología de Amnistía Internacional revelaron que, de haber clicado en el enlace, según los conocimientos previos, se habría instalado Pegasus, una sofisticada herramienta de vigilancia desarrollada por la empresa NSO Group, con sede en Israel.

“Se sabe que NSO Group sólo vende sus programas espía a gobiernos. Por tanto, creemos que ha sido un intento deliberado de infiltrarse en Amnistía Internacional por parte de un gobierno hostil a nuestra labor por los derechos humanos”, ha declarado Joshua Franco, director de Tecnología y Derechos Humanos de Amnistía Internacional.

“Las potentes herramientas de hackeo estatal fabricadas por NSO Group permiten un tipo de vigilancia extraordinariamente invasivo. Un teléfono inteligente infectado con Pegasus está básicamente controlado por el atacante, que puede retransmitir llamadas, fotos, mensajes, etc. directamente al operador. Este escalofriante ataque contra Amnistía Internacional pone de relieve el grave riesgo que corren los y las activistas de todo el mundo debido a este tipo de tecnología de vigilancia”.

En una declaración dirigida a Amnistía Internacional, NSO Group ha afirmado que su producto “está concebido para ser utilizado exclusivamente para la investigación y prevención de la delincuencia y el terrorismo” y que cualquier otro uso infringe sus políticas y contratos.

Supuesta protesta saudí utilizada como cebo

El mensaje de WhatsApp fue enviado a Amnistía Internacional en una semana en la que la organización estaba haciendo campaña por la libertad de seis activistas de los derechos de las mujeres detenidas en Arabia Saudí.

El mensaje, analizado cuidadosamente por personas expertas en tecnología de Amnistía Internacional, decía:

“Puede por favor cubrir [la protesta] por sus hermanos detenidos en Arabia Saudí frente a la embajada saudí en Washington. Mi hermano fue detenido en Ramadán y estoy aquí con una beca por eso por favor no me relacione con esto. [ENLACE]. Cubra la protesta ahora empezará en menos de una hora. Necesitamos su apoyo por favor”.

El enlace, si se hacía clic en él, habría permitido que el software Pegasus infectara el teléfono de la persona usuaria, rastreando las pulsaciones en el teclado, tomando el control de las cámaras y el micrófono del teléfono y accediendo a las listas de contactos.

La investigación de Amnistía Internacional descubrió también que otra persona activista por los derechos humanos de Arabia Saudí había recibido un mensaje malicioso similar.

Conexión con NSO Group y sitios web sospechosos

Investigaciones posteriores de Amnistía Internacional revelaron que el dominio del enlace incluido en el mensaje pertenece a una gran infraestructura de más de 600 sitios web sospechosos que habían estado relacionados con NSO Group. A Amnistía Internacional le preocupa que estos sitios web puedan usarse para servir de cebo y espiar a activistas de países como Kenia, la República Democrática del Congo y Hungría, además de los países del Golfo.

El año pasado, Citizen Lab, grupo de investigación con sede en Toronto. destapó la implicación de NSO Group en un plan de espionaje similar en México. Activistas, periodistas y dirigentes de partidos de la oposición recibieron mensajes falsos que contenían el software Pegasus, en un intento de silenciar a la oposición al gobierno. Pegasus fue utilizado también contra el galardonado defensor de los derechos humanos emiratí Ahmed Mansoor, que está encarcelado en Emiratos Árabes Unidos desde marzo de 2017.

“El mensaje que nos enviaron parece formar parte de una campaña de vigilancia mucho más amplia que creemos se está utilizando para espiar a activistas de derechos humanos en todo el mundo e impedir su labor tan vital”, añadió Joshua Franco.

“Defender los derechos humanos no es un delito y nos negamos a que este ataque nos intimide. Los intentos de espiarnos nunca han impedido que Amnistía Internacional defienda la verdad, la justicia y la igualdad. Trabajamos con activistas de derechos humanos para ayudarlos a protegerse frente a ataques cobardes similares y garantizar que los gobiernos abusivos no pueden usar la tecnología para silenciarlos”.

Información complementaria

Aunque los organismos encargados de hacer cumplir la ley de muchos países usan la vigilancia secreta en relación con objetivos de seguridad nacional, a Amnistía Internacional le preocupa que, en muchos casos, esa vigilancia se está llevando a cabo de un modo contrario al derecho internacional de los derechos humanos. Desde la perspectiva de las leyes de derechos humanos, las herramientas del tipo de Pegasus son especialmente problemáticas por su carácter enormemente invasivo.

Tal como se establece en los Principios rectores sobre las empresas y los derechos humanos, de la ONU, las empresas tienen también la responsabilidad de respetar los derechos humanos con independencia del lugar del mundo en el que operen.

Respuesta de NSO Group

En una respuesta escrita, NSO Group ha manifestado: “NSO Group desarrolla tecnología cibernética para permitir que los organismos gubernamentales identifiquen y desbaraten tramas terroristas y delictivas. Nuestro producto está concebido para ser utilizado exclusivamente para la investigación y prevención de la delincuencia y el terrorismo Cualquier uso de nuestra tecnología contrario a ese fin es una infracción de nuestras políticas, contratos legales y los valores que apoyamos como empresa.

“Si surge una denuncia relativa a una infracción de nuestro contrato o el uso inadecuado de nuestra tecnología, como ha expresado Amnistía, investigamos la cuestión y tomamos medidas adecuadas basadas en esas conclusiones. Apreciamos cualquier información concreta que pueda ayudarnos a seguir investigando el asunto”.