La Fiscalía General rusa ha clasificado como “indeseables” este jueves a otras dos organizaciones radicadas en Estados Unidos, en aplicación de una ley draconiana adoptada el año pasado y en el marco de sus persistentes acciones para someter a la sociedad civil rusa y cortar las posibles vías de financiación extranjera.
El Instituto Internacional Republicano (IRI), grupo sin fines de lucro radicado en Washington y financiado por el Congreso de Estados Unidos, y el Fondo Inversión para el Desarrollo de los Medios de Comunicación (MDIF), con sede en Nueva York, no son más que las últimas organizaciones incluidas de este modo en la lista negra.
“Esta medida está concebida para transmitir un mensaje inequívoco más: las ONG y los medios de comunicación independientes de Rusia deben mantenerse alejados de las fuentes de financiación extranjeras, y los financiadores extranjeros deben mantenerse alejados de Rusia”, ha afirmado Sergei Nikitin, director de Amnistía Internacional Rusia.
“Esta decisión afectará no sólo a la sociedad civil rusa, sino también a las comunidades y personas a las que prestan valiosos servicios.”
“El verdadero objetivo de la ley es aislar a la sociedad civil rusa, intimidar a los defensores y defensoras de los derechos y asfixiar a la prensa libre, que se enfrenta a crecientes dificultades para acceder a una financiación sostenible.”
En una declaración publicada en su sitio web, la Fiscalía General afirmó que su investigación mostraba que las actividades de IRI y MDIF suponían “una amenaza para los fundamentos del orden constitucional y la seguridad nacional”, sin aportar más detalles. La labor de estas dos organizaciones es ahora ilegal, sus activos rusos han sido congelados, y a los miembros extranjeros de su personal se les ha negado la entrada en el país.
Información complementaria
Desde la adopción de la ley en julio de 2015, otras cinco organizaciones estadounidenses sin fines de lucro han sido incluidas en la lista de organizaciones “indeseables”: La Fundación Nacional para la Democracia (NED), la Fundación de Asistencia del Instituto para una Sociedad Abierta, la Fundación para una Sociedad Abierta, la Fundación Estados Unidos-Rusia para el Progreso Económico y el Estado de Derecho, y el Instituto Nacional Demócrata para Asuntos Internacionales.
Una conocida “lista patriótica” de posibles organizaciones “indeseables”, ampliamente distribuida el año pasado en la cámara alta del Parlamento ruso, contiene hasta una docena de grupos sin fines de lucro.