Rusia: Una abogada que ha revelado torturas huye del país tras recibir amenazas

Las autoridades rusas deben actuar de inmediato para proteger a Irina Biryukova, abogada que ha huido del país tras publicar un vídeo en el que se ve a su cliente Yevgeny Makarov recibiendo una paliza brutal en una cárcel rusa; así lo ha manifestado hoy Amnistía Internacional.

El 20 de julio, Irina Biryukova hizo público un vídeo en el que se veía cómo 18 funcionarios atacaban Yevgeny Makarov en la colonia penitenciaria IK-1, situada en la región de Yaroslavl, en el centro de Rusia. Biryukova afirma que, según su fuente dentro de la prisión, los guardias están conspirando para vengarse de ella y amenazan con agredirla.

“La valiente decisión de Irina Biryukova de poner al descubierto los terribles abusos en la colonia penitenciaria IK-1 es el ejemplo más reciente de su dedicación a proteger a otros frente a la tortura y otros malos tratos. Es alarmante que su acto de valor la haya obligado a huir del país por miedo”, ha dicho Marie Struthers, directora de la Oficina Regional de Amnistía Internacional para Europa y Asia Central.

“La protección de Irina Biryukova y Yevgeny Makarov debe ser prioritaria para las autoridades rusas. Les pedimos que investiguen sin demora, y con independencia e imparcialidad, las amenazas que ha recibido Irina y las denuncias sobre torturas infligidas a Yevgeny, y que se comprometan a terminar con la cultura de impunidad y miedo en el sistema penitenciario ruso.”

El Comité de Investigación de Rusia anunció el lunes que seis funcionarios de la colonia penitenciaria IK-1 habían sido detenidos a raíz de una investigación criminal abierta sobre el vídeo, grabado en 2017.

“La apertura de una investigación sobre las denuncias de tortura es un primer paso muy positivo hacia la justicia. Pero, mientras no exista un mecanismo nacional que funcione sistemáticamente para prevenir la tortura, la causa penal contra los torturadores de Makarov será una excepción a la norma.”

“Nos sigue preocupando en extremo la seguridad de Yevgeny Makarov y de miles de personas más recluidas en los centros de prisión preventiva, colonias penitenciarias y comisarías de policía de Rusia, donde abundan las denuncias de tortura y escasean las investigaciones.”