Sentencia de Tribunal Supremo podría obligar a Reino Unido a reformar prohibición de aborto en Irlanda del Norte

El Tribunal Supremo de Reino Unido decidirá el jueves en una sentencia histórica si la prohibición del aborto en Irlanda del Norte vulnera los compromisos de Reino Unido en materia de derechos humanos

Amnistía Internacional Reino Unido ha intervenido en este caso de gran repercusión, proporcionando testimonios de que la prohibición casi total del aborto en Irlanda del Norte viola los derechos humanos de las mujeres. Grainne Teggart, directora de Campañas sobre Irlanda del Norte para Amnistía Internacional Reino Unido y Sarah Ewart, una mujer que se vio obligada a viajar a Reino Unido para someterse a un aborto cuando le dijeron que su bebé no iba a sobrevivir, estarán en el Tribunal Supremo el jueves, disponibles para entrevistas con los medios de comunicación.

Durante todo el jueves, Grainne Teggart y Sarah Ewart estarán disponibles previa solicitud para hacer entrevistas individuales.

La sentencia del Tribunal Supremo

En 2015, el Tribunal Superior de Belfast resolvió que la ley sobre el aborto de Irlanda del Norte vulneraba los derechos de las mujeres, pero esta sentencia fue revocada en junio de 2017. El fallo fue recurrido ante el Tribunal Supremo de Reino Unido.

El Tribunal Supremo tiene que resolver si la ley sobre el aborto de Irlanda del Norte vulnera los derechos de las mujeres al no permitir el aborto en casos de delito sexual (violación e incesto) y de anomalías mortales del feto.

Amnistía hace campaña a favor de la despenalización del aborto y de un marco en el que se respeten los derechos humanos. Más de 37.000 personas han firmado ya la petición de Amnistía, en la que pide al gobierno de Reino Unido que actúe.

Grainne Teggart, directora de Campañas sobre Irlanda del Norte de Amnistía, afirmó:

“Si el Tribunal resuelve que la prohibición del aborto en Irlanda del Norte vulnera los derechos de las mujeres, Theresa May no tendrá más excusas y el gobierno de Reino Unido se verá obligado a cumplir sus responsabilidades en materia de derechos humanos y hacer que la situación sea igual para las mujeres de Irlanda del Norte.

“Los jueces del Tribunal Supremo tienen una oportunidad única para poner fin a siglos de abusos contra los derechos humanos en Irlanda del Norte. Esperamos que la aprovechen”.