Después de que la Fiscalía Especial de La Haya confirmara la acusación formal contra el presidente de Kosovo, Hashim Thaçi, y otros nueve mandos del Ejército de Liberación de Kosovo por su presunta responsabilidad en crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad, Jelena Sesar, investigadora de Amnistía Internacional para los Balcanes, ha declarado:
“La acusación formal aporta esperanzas a las miles de víctimas de la guerra de Kosovo que llevan más de dos décadas esperando para conocer la verdad sobre los terribles crímenes cometidos contra ellas y contra sus seres queridos. Los cargos, los primeros que formula la Fiscalía Especial, muestran que las altas autoridades no están por encima de la ley”.
“Los indicios de crímenes de guerra cometidos por los altos mandos del Ejército de Liberación de Kosovo, incluida una campaña mantenida de persecución contra personas serbias, romaníes y personas albanokosovares de la oposición política, parecen convincentes. Algunas de las denuncias incluían la participación en tráfico de órganos, secuestros, malos tratos a personas detenidas y violencia sexual.”
“El hecho de que se haya tardado casi 10 años en llevar ante la justicia a cualquiera de las personas sospechosas de responsabilidad penal ha permitido que persista una cultura de impunidad por los crímenes de guerra cometidos durante la guerra de Kosovo (1998-2000). Esta acusación trae consigo la esperanza de que no se tolerará ningún intento de obstaculizar la justicia, la verdad y la reparación, y las víctimas y los familiares de las personas desaparecidas verán finalmente ante los tribunales a los presuntos responsables.”
INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA
Tras la confirmación de la acusación formal, el presidente Thaçi dimitió de su cargo con efecto inmediato.
La acusación incluye cargos de crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad, incluida la responsabilidad penal de casi 100 asesinatos de víctimas serbias, romaníes y albanokosovares, algunas de estas últimas pertenecientes a la oposición política.
Las Salas de Justicia Especializadas de Kosovo y la Fiscalía Especial se crearon en 2015, tras un informe de un grupo de trabajo de la UE que señalaba los indicios convincentes de crímenes de guerra sistémicos cometidos por altos mandos del Ejército de Liberación de Kosovo, incluida una “campaña de persecución” contra personas serbias, romaníes y albanokosovares durante el conflicto armado de 1998-2000.
El informe de 2011 del Consejo de Europa acusaba a altos mandos del Ejército de Liberación de Kosovo, incluido el presidente Thaçi, de responsabilidad en secuestros, tortura y ejecuciones sumarias.