SIRIA: EL CONSEJO DE SEGURIDAD DE LA ONU DEBE AUMENTAR LA PRESIÓN PARA PONER FIN A LOS ATAQUES TRAS LA MUERTE DE CIENTOS DE PERSONAS EN ALEPO

alepoamnistiainternacionalEl Consejo de Seguridad de la ONU debe imponer sanciones selectivas a todas las fuerzas que cometan ataques deliberados contra hospitales y otros crímenes de guerra, ha declarado Amnistía Internacional, que ha dado a conocer hoy desgarradores testimonios sobre la muerte de cientos de civiles, niños incluidos, a causa de la intensificación de los ataques aéreos del gobierno sirio desde el 21 de abril.

La organización ha entrevistado a médicos y activistas en Alepo, varios de los cuales estaban en el hospital civil de Al Quds cuando fue atacado el 27 de abril por el gobierno sirio. Los testigos presenciales describieron escenas terribles de destrucción, y afirmaron que el hospital era conocido y estaba claramente marcado, y que la instalación militar más próxima estaba a más de un kilómetro.

El hospital de Al Dabeet, en la zona de Al Mohafaza, controlada por el gobierno sirio, que atiende a mujeres y niños, ha resultado también dañado hoy en un ataque con cohetes. No está claro de dónde procedió el ataque, pero los medios de comunicación indican que fue de un grupo armado. Un trabajador del hospital dijo a Amnistía Internacional que habían muerto cuatro mujeres y que varias más resultaron heridas cuando un cohete cayó fuera del centro y destruyó la sala de urgencias.

Tras el ataque al hospital de Al Quds, el 29 de abril un cohete alcanzó una clínica de campaña del suburbio de Al Marji de Alepo, en una zona en poder de la oposición. No hubo heridos, pues el centro estaba cerrado en ese momento.

“No hay nada que pueda justificar los ataques deliberados contra hospitales que desempeñan su función humanitaria. Estos abominables ataques son los más recientes de una larga y sangrienta serie de ataques de este tipo que se están cometiendo con impunidad y que deben ser investigados y detenidos”, dijo Magdalena Mughrabi, directora adjunta interina para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional.

“Hemos documentado que las fuerzas rusas y las del gobierno sirio han atacado sistemáticamente hospitales de zonas controladas por la oposición en torno a Alepo como estrategia de guerra. Mientras se desarrolla el alto el fuego, no se debe permitir que continúen cometiéndose estas infracciones flagrantes del derecho internacional.”

Un médico que estaba trabajando en el hospital de Al Quds cuando fue bombardeado contó a Amnistía Internacional que el cohete alcanzó la sala de urgencias y mató a 27 personas entre profesionales médicos, otros trabajadores y pacientes. Dijo que había más profesionales médicos de lo habitual en urgencias debido a la intensidad de los bombardeos en Alepo ese día y al elevado número de víctimas que habían llegado.

Otro médico que estaba en la sala de urgencias describió el ataque:

“El cohete cayó en la puerta, matando a un guarda y a un trabajador médico. Yo no oí el avión ni el ataque. Sentí una explosión, se fue la electricidad y desperté con un zumbido en los oídos. No veía nada por el polvo. Miré a la puerta principal de urgencias, pero estaba bloqueada por los escombros. Tardé 30 segundos en darme cuenta de lo que había pasado. Oí gritar a mis colegas, pero olvidé totalmente lo que me habían enseñado en la facultad de Medicina. Al principio no supe cómo responder.

“Vi al director gerente y a otro colega en el suelo, gritando y heridos. Otro miembro del personal tenía una pierna rota. Vi a dos miembros del equipo médico muertos, inmóviles. No eran sólo mis colegas, sino también mis amigos.

“No pudimos evacuar a los heridos por la puerta porque estaba bloqueada, pero el equipo de defensa civil logró sacarlos. Murieron en el hospital civiles entre los que había niños y mujeres. Estaban esperando a sus familiares en la sala de urgencias.”

Según la Oficina Forense de la parte de Alepo que está en manos de la oposición, los ataques aéreos que sufrió la ciudad entre el 21 y el 30 de abril mataron a un total de 193 civiles, incluidos 40 menores, e hirieron al menos a 398.

Un activista describió un ataque con cohetes que sufrió el barrio de Al Kalasse el 28 de abril:

“Vi los cuerpos de una mujer y de sus cuatro hijas, la mayor tenía 15 años, y su cuñada, que sacaron de debajo de los escombros de un edificio que se había hundido totalmente. También vi los cuerpos de un hombre y de sus dos hijos, de 13 y 12 años, que sacaron de debajo de los escombros del segundo edificio. Fue devastador. Son nuestros vecinos, a los que vemos y con los que hablamos en la calle. Murieron en un minuto.”

Otros activistas contaron a Amnistía Internacional que alrededor de 25 civiles murieron debido a la destrucción de edificios residenciales cuando se intensificaron los ataques aéreos en los barrios occidentales de Alepo como Al Kalasse, Sukari, Ferdous y Bustan al Qasr el 29 de abril.

Los ataques deliberados contra civiles que no participan directamente en las hostilidades y contra bienes de carácter civil, como los hospitales y otras instalaciones médicas, son violaciones graves del derecho internacional humanitario (conocido también como las leyes de la guerra), y constituyen crímenes de guerra. En virtud de las leyes de la guerra, los hospitales y las unidades médicas gozan de protección especial. Sólo pierden su protección contra los ataques si se están utilizando fuera de su función humanitaria para cometer “actos perjudiciales para el enemigo”, como almacenar armas.

Amnistía Internacional pide a la comunidad internacional que redoble sus esfuerzos para presionar a todas las partes del conflicto de Siria a fin de que dejen de dirigirse a la población civil en ataques que constituyen claramente crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad. El Consejo de Seguridad de la ONU debe imponer sanciones selectivas a las partes del conflicto que violen la resolución 2254, que pide que se ponga fin a los ataques contra civiles y bienes de carácter civil, incluidas las instalaciones médicas.

“Parece como si el frágil control que tenía de esta situación la comunidad internacional con el cese de hostilidades esté desapareciendo. Mientras el coste humano de los renovados crímenes de guerra sigue aumentando, debe aumentar igualmente la urgencia con que la comunidad internacional se esfuerza para poner fin a los ataques contra la población civil”, concluyó Magdalena Mughrabi.