Sudan: Se debe impedir el uso de fuerza innecesaria contra manifestantes e investigar los tiroteos letales

Las autoridades sudanesas deben impedir que las fuerzas de seguridad utilicen fuerza innecesaria —incluida fuerza letal— contra quienes se manifiestan en contra del golpe militar, apartar a las fuerzas armadas de las operaciones de aplicación de la ley y respetar el derecho de reunión pacífica, manifestó Amnistía Internacional tras confirmar la muerte de al menos seis manifestantes el 25 de octubre. El sábado están previstas nuevas manifestaciones.

Las fuerzas de seguridad mataron al menos a seis hombres e hirieron a otros 140 al disparar munición real contra varias multitudes de manifestantes en la capital, Jartum, el 25 de octubre.

“Al menos seis hombres fueron abatidos a tiros a sangre fría, y cientos más, heridos de gravedad, simplemente por ejercer su derecho de reunión pacífica. Es inadmisible y no debe permitirse que vuelva a ocurrir”, declaró Deprose Muchena, director de Amnistía Internacional para África Oriental y Austral.

“Los jefes de las fuerzas armadas sudanesas, liderados por el general Abdel Fattah al-Burhan, no deben tener la menor duda de que el mundo les está observando y no tolerará un mayor derramamiento de sangre. Deben ordenar investigaciones efectivas e independientes de los homicidios del lunes y garantizar que se procesa en juicios justos a los presuntos responsables de uso abusivo de la fuerza. Además, deben dirigir a las fuerzas de seguridad para que desistan de usar fuerza excesiva en cualquier protesta futura.”

Las protestas estallaron en Jartum y algunas ciudades de provincia —entre ellas Madani, en el centro de Sudán, y El Fashir, en Darfur— en respuesta a la declaración del general Abdel Fattah Al-Burhan de la toma del poder por el ejército y la imposición de un estado de excepción en todo el país. La declaración llegó unas horas después de que el ejército detuviese al primer ministro Abdalla Hamdok y a varios de sus ministros, con quienes el ejército había compartido el poder poco después del derrocamiento del expresidente Omar al Bashir.

Gamal Abdel Nasir, de 23 años, murió cerca del cuartel general del Ejército en Jartum con heridas de bala en un ojo y una mano. Su hermano dijo a Amnistía Internacional: “No pude ni siquiera mirarlo. Tenía la cara mutilada hasta un punto irreconocible. Amaba su país y era mi único hermano.”

Muhammed Al-Sadiq Musa, de 27 años, también murió por disparos junto al cuartel general del ejército. Un familiar cercano que también había estado en la protesta contó a Amnistía Internacional que Muhammed había recibido disparos y resultado herido de muerte cuando los solados abrieron fuego después de que un grupo de cuatro o cinco manifestantes cogiese piedras y las lanzase en su dirección.

Tanto Gamal como Mohammed murieron a manos de las fuerzas de seguridad y en ninguno de los dos casos habría estado justificado el uso de medios letales.

“Esa fue la última vez que lo vi con vida. Cuando llegué al hospital los médicos ya habían certificado su muerte. Me pidieron que identificara el cadáver. Tenía heridas de bala: una en el lado derecho del cuello y otra junto al riñón derecho.”

“Pedimos a los dirigentes militares de Sudan que garanticen que sus fuerzas de seguridad muestran contención y respetan y hacen respetar el derecho a la protesta pacífica conforme a su propia legislación nacional y las normas internacionales de derechos humanos”, manifestó Deprose Muchena. “Además, deben actuar para revertir todas las medidas y acciones que pisotean los derechos humanos, lo que incluye poner en libertad a todas las personas que han sido detenidas arbitrariamente desde el golpe militar y restablecer el acceso pleno a Internet, que lleva varios días parcialmente bloqueado.”