TURQUÍA: LA DETENCIÓN DE PROFESORES UNIVERSITARIOS INTENSIFICA LA CAMPAÑA DE REPRESIÓN CONTRA LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN

Amnesty International visited a school for Syrian children in Kilis, which 2000 children attend. This was a classroom in which 70 children are taught.

La detención de 19 profesores universitarios en Turquía supone una nueva agresión contra el derecho a la libertad de expresión, ya en peligro, ha dicho hoy Amnistía Internacional.

La oleada de detenciones comenzó el viernes y se dirigió contra profesores universitarios que habían firmado una petición pidiendo la paz y criticando las operaciones del ejército turco en el sudeste. Los firmantes también han recibido amenazas de muerte a través de las redes sociales, y el presidente Recep Tayip Erdoğan los ha comparado hoy con terroristas.

“Las operaciones del ejército, que se producen en un contexto de toques de queda de 24 horas, están generando un enorme sufrimiento y numerosas violaciones de derechos humanos. Las autoridades turcas deberían escuchar a las personas que expresan su opinión, no detenerlas”, ha dicho Andrew Gardner, investigador de Amnistía Internacional sobre Turquía.

“La detención y el acoso de estos profesores es un preocupante indicador del precario estado de los derechos humanos en Turquía. Tienen tanto derecho como cualquiera a ejercer su derecho a la libertad de expresión sin ser calificados de terroristas y amenazados con ser detenidos.”

“Estas detenciones, unidas a los comentarios del presidente Erdoğan, indican que la campaña de represión del sudeste kurdo se está extendiendo a cualquiera que se atreva a criticar las operaciones del gobierno.

“Instamos a las autoridades turcas a que dejen de acorralar a los profesores universitarios que dicen lo que opinan, abandonen las investigaciones contra ellos y garanticen su seguridad. La manera en que los están tratando es una mancha sobre la conciencia de Turquía”.

Las investigaciones tienen por objeto a más de 1.000 profesores universitarios turcos, conocidos como “Académicos por la Paz”, que firmaron una petición titulada “No seremos cómplices de este crimen” (refiriéndose a la ofensiva en el sudeste).

Se les está investigando en aplicación de las leyes que prohíben “hacer propaganda en favor de una organización terrorista” y “denigrar a la nación turca”.

En un discurso pronunciado hoy (viernes), el presidente Erdoğan se refirió a ellos como “lo peor de lo peor”, añadiendo que “cometen el mismo delito que quienes llevan a cabo las matanzas”. Esta misma semana, el presidente había calificado la petición de “traición”, y afirmado que los profesores eran “la quinta columna” de los terroristas.

Desde entonces, varios profesores han denunciado amenazas en las redes sociales o por teléfono, y en mensajes recibidos en sus universidades. El líder de la mafia nacionalista Sedat Peker también amenazó al grupo, afirmando: “Haremos que corra su sangre” y “los bañaremos en su propia sangre”.

INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA

En varias zonas del sudeste de Turquía se han impuesto Toques de queda de 24 horas desde diciembre, mientras el ejército y la policía llevan a cabo operaciones contra el Movimiento de las Juventudes Revolucionarias Patrióticas, las juventudes del grupo armado Partido de los Trabajadores Kurdos (PKK).

Más de 200.000 personas viven en las zonas afectadas, que incluyen las ciudades de Cizre y Şırnak y el distrito meridional de la ciudad de Diyarbakır. Algunas no tienen acceso a alimentos ni atención médica, y sufren grave escasez de agua y electricidad. Según los informes, más de 150 residentes y al menos 24 soldados y agentes de policía han perdido la vida desde que se iniciaron los toques de queda, en agosto de 2015.