EXPULSADO DE ITALIA: LA HISTORIA DE YAQOUB

italiaexpulsionesYaqoub, 23 años, de Darfur (Sudán), entrevistado en agosto de 2016

La milicia armada (yanyawid) me atacó tres veces, la situación de la seguridad se deterioró, los ataques de la milicia se intensificaron y estaban dirigidos contra los civiles. Temí por mi vida, así que decidí marcharme de Sudán.

Viajé por Egipto y allí tomamos un barco que llegó a Sicilia el 18 de agosto de 2016. Los guardias nos llevaron a un campamento y luego seguimos hasta Ventimiglia, en la frontera entre Italia y Francia. Pasé esa noche en el campamento de la Cruz Roja.

A la mañana siguiente, el 22 de agosto, iba hacia el supermercado cuando la policía me detuvo a mí y a otros cuatro sudaneses que también estaban en la calle. Nos preguntaron la nacionalidad y cuando vieron que éramos sudaneses nos esposaron y nos llevaron a una comisaría.

Allí había otras personas refugiadas de diferentes países, pero estaban buscando a los sudaneses.

Al día siguiente la policía nos llevó al juzgado. El juez me pidió que le dijera al abogado lo que quería y le dije al traductor egipcio que no quería volver a Sudán, pues soy de Darfur. El juez dijo que debía volver a mi país. Fue muy rápido, creo que sólo querían expulsarnos. Nadie me dio ningún documento ni me dijo que podía recurrir contra la decisión.

La policía nos llevó al consulado sudanés y allí tomaron nota de nuestros nombres, luego nos llevaron de vuelta a la comisaría. Éramos unos siete sudaneses y pasamos esa noche en la misma comisaría.

A primera hora del día siguiente, 24 de agosto, hacia las 6 de la mañana, llegó la policía y nos llevó al aeropuerto de Turín en autobús, encadenados y acompañados por la policía italiana que nos hizo subir a un avión de las líneas aéreas egipcias. Dentro del avión encontramos a unos 40 sudaneses deportados más, de los que unos 15 eran también de Darfur, y el resto de diferentes regiones. Agentes de la policía italiana nos acompañaron en el vuelo, que hizo escala en el aeropuerto de El Cairo antes de seguir hacia Jartum.

Llegamos el 24 de agosto hacia las 10 de la noche. En la puerta del vuelo nos recibieron unos agentes de seguridad vestidos de civil. Nos llevaron a un área especial del aeropuerto. Nos interrogaron uno a uno […] me preguntaron por qué quería marcharme del país y quién me había ayudado a viajar.

Ahora tengo miedo de que los servicios de seguridad me estén buscando. Si me encuentran, no sé qué me pasará ni qué hacer.

Nota: Amnistía Internacional ha transcrito estos testimonios orales recogidos en Italia.