En respuesta a la noticia de que la defensora de los derechos humanos saudí Loujain al Hathloul ha sido excarcelada hoy, Lynn Maalouf, directora adjunta de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África, ha declarado:
“La liberación de Loujain al Hathloul tras un terrible suplicio —que ha durado casi tres años— en una prisión de Arabia Saudí supone un enorme alivio, pero llega con mucho retraso”.
“No hay nada que pueda compensar el cruel trato que ha sufrido, ni la injusticia de su encarcelamiento. Durante el tiempo que pasó en prisión fue torturada y sometida a acoso sexual, estuvo recluida en régimen de aislamiento y vio cómo le negaban durante meses el acceso a su familia. Las autoridades saudíes deben garantizar que los responsables de su tortura y otros malos tratos comparecen ante la justicia. También deben garantizar que Loujain al Hathloul no es sometida a más medidas punitivas, como una prohibición de viajar.”
“Loujain al Hathloul jamás tendría que haberse visto obligada a pasar ni un segundo entre rejas. Ha sido castigada como venganza por defender valerosamente los derechos de las mujeres en Arabia Saudí, y por ejercer su derecho a la libertad de expresión.”
Información complementaria
El 28 de diciembre de 2020, Loujain al Hathloul fue condenada a cinco años y ocho meses de prisión —con suspensión parcial de dos años y diez meses— por el Tribunal Penal Especializado. Había sido acusada de “espiar para intereses extranjeros” y “conspirar contra su país” por promover los derechos de las mujeres y pedir el fin del sistema de tutela masculina de Arabia Saudí.
Amnistía Internacional pide a las autoridades saudíes que pongan en libertad inmediata e incondicional a todas las personas que defienden los derechos humanos y a todos los presos y presas de conciencia que están en prisión exclusivamente por exigir reformas y defender derechos fundamentales. Entre las personas encarceladas se encuentran Mohammed al Bajadi, miembro fundador de la Asociación Saudí de Derechos Civiles y Políticos y destacado defensor de los derechos humanos, y Salman al Awda, clérigo reformista que se enfrenta a una condena a muerte por expresar su opinión en un tuit.