Las autoridades argelinas no deben bloquear el acceso de manifestantes a la capital, Argel, el 20 de septiembre, ha manifestado Amnistía Internacional, a la vez que ha pedido el fin de las detenciones arbitrarias que se vienen practicando en una creciente campaña de represión en la que en los últimos 10 días han sido detenidas decenas de manifestantes.
La semana pasada aumentaron las detenciones de personas participantes en protestas pacíficas. Desde el 11 de septiembre se han practicado al menos 37 detenciones de estudiantes y activistas de la sociedad civil y de la esfera política. Aunque algunas de estas personas han sido puestas ya en libertad, al menos 24 continúan detenidas. El 18 de septiembre, el jefe de las fuerza armadas de Argelia, general Ahmed Gaid Salah, declaró que había pedido a la gendarmería nacional que procediera a “confiscar y multar a los vehículos y autobuses” que se dirigieran a la capital para la protesta del próximo viernes.
“La reanudación de las detenciones arbitrarias generalizadas, dirigidas contra grupos de activistas de la esfera política y de la sociedad civil, es una clara indicación de que el derecho a la libertad de reunión y de expresión corre grave riesgo en Argelia. Las autoridades argelinas deben reconocer que las demandas de cambio radical de quienes se manifiestan pacíficamente no van a cesar sin más. Tienen que escuchar a esas personas, en vez de reprimirlas”, ha manifestado Heba Morayef, directora regional de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África.
“Todas las personas detenidas únicamente por ejercer su derecho a la libertad de expresión, asociación y reunión pacífica tienen que ser puestas en libertad de inmediato y sin condiciones, y deben retirarse todos los cargos contra ellas.”
Detenciones generalizadas
El caso más reciente se produjo el 17 de septiembre, cuando se detuvo a decenas de estudiantes durante una protesta pacífica celebrada en Argel.
El 16 de septiembre, dos agentes de policía vestidos de civil detuvieron al activista político y de la sociedad civil Samir Belarbi cuando circulaba en automóvil con un amigo por Argel. Está acusado de “dañar la integridad del territorio nacional” y de hacer “publicidad” ilegal que puede dañar los intereses nacionales. Se halla recluido en la prisión de El Harrach de Argel a la espera de juicio.
El 13 de septiembre fueron detenidos en diversas partes de Argel un grupo de al menos 24 activistas de la esfera política y de sociedad civil, que se encuentran ahora recluidos a la espera de juicio en la prisión de El Harrach, acusados de “incitación a participar en una concentración desarmada” y de “daños” a la seguridad nacional simplemente por llevar carteles o participar en protestas.
Abdelgahni Badi, miembro del equipo de defensa del grupo y presidente de la oficina en Argel de la Liga Argelina de Defensa de los Derechos Humanos (LADDH), ha explicado a Amnistía Internacional que todas las personas detenidas ese día habían desarrollado actividades en partidos políticos o en destacadas organizaciones de la sociedad civil, como la Agrupación Acción Juvenil (RAJ).
“Las interrogaron acerca de su activismo político o de derechos humanos en relación con el Hirak [el movimiento de protestas), lo que prueba que fueron detenidas por el ejercicio pacífico de su libertad de expresión. Es una violación inaceptable de sus derechos y libertades”, añadió.
Al menos 10 personas fueron detenidas el 11 septiembre cuando se dirigían a una protesta convocada para pedir la libertad de las personas detenidas por sus opiniones cerca de la universidad de Tizi Ouzou, ciudad del este de Argelia. Una de ellas, Mazigh Azwaw, ha contado a Amnistía Internacional que lo interrogaron sobre su pertenencia al grupo político Movimiento por la Autonomía de la Kabila (MAK), así como sobre el hecho de que sea portavoz de la Unión por la República de la Kabila (URK). Fue detenido alrededor de la nueve de la mañana, interrogado y puesto en libertad esa misma tarde, sobre las cinco y media.
La mayoría de las demás personas detenidas de este grupo eran miembros de partidos políticos como el Movimiento por la Autonomía de la Kabila, la Agrupación por la Cultura y la Democracia (RCD) y el Frente de Fuerzas Socialistas (FFS)
También el 11 de septiembre fue detenido en su casa, cerca de Argel, sin orden judicial, Karim Tabbou, líder del partido no autorizado Unión Democrática y Social (UDS). Al día siguiente se formuló contra él el cargo de “intentar desmoralizar al ejército”. Según uno de sus abogados, la única prueba en su contra estaba relacionada con la expresión de sus ideas políticas. Se halla recluido en la prisión de El Kolea a la espera de juicio. Es el segundo político notorio detenido, después de Louisa Hanoune, jefa del Partido de los Trabajadores, detenida el 9 de mayo y a la espera de ser juzgada ante un tribunal militar la próxima semana. Las normas internacionales de derechos humanos prohíben los juicios de civiles ante tribunales militares.
“La oleada de detenciones arbitrarias de las autoridades argelinas parece formar parte de un intento orquestado de intimidar a las personas participantes en las manifestaciones, en especial a las que son activistas de la esfera política o la sociedad civil, en el periodo previo a las elecciones, creando un clima de miedo y represión en todo el país. En vez de pisotear los derechos de la población, las autoridades argelinas deben respetar el derecho a libertad de reunión pacífica y aprender a escuchar a quienes participan en las protestas”, ha señalado Heba Morayef.