El bloqueo casi total de los servicios móviles de Internet durante los tres primeros días de protestas en Bielorrusia –debido, según amplios sectores, a la injerencia del gobierno en el trabajo de los proveedores de servicios de telecomunicaciones– ha afectado negativamente al derecho a libertad de expresión y reunión pacífica y a la capacidad de buscar, recibir y difundir libremente información.
“Los terribles sucesos que se están produciendo en Bielorrusia son un cruel recordatorio de que las empresas tienen una función y responsabilidades directas que cumplir con respecto a los derechos humanos”, ha afirmado Denis Krivosheev, director en funciones de Amnistía Internacional para Europa Oriental y Asia Central.
“El pueblo bielorruso está sufriendo terribles violaciones de derechos humanos, a una escala sin precedentes desde la independencia del país. Se ha detenido arbitrariamente a miles de personas, la tortura u otros malos tratos son generalizados y graves y han muerto al menos cuatro manifestantes. Hay mucho en juego, y las empresas tienen que ser conscientes de su obligación de respetar los derechos humanos. Tienen que tomar medidas proactivas para garantizar que no causan ni contribuyen a causar abusos contra los derechos humanos.
“Cabe la posibilidad de que las autoridades bielorrusas, que han dado muestras de un absoluto desprecio por los derechos humanos, hagan a las empresas exigencias que den claramente lugar a violaciones de derechos humanos. En tal caso, las empresas tiene que expresar su oposición a tales exigencias para que el gobierno y la sociedad lo sepan, y tomar todas las medidas legales necesarias para impugnarlas.”
Es a las autoridades bielorrusas a las que corresponde ante todo respetar y proteger los derechos humanos en el país. Amnistía Internacional reitera su llamamiento a las autoridades para que pongan fin de inmediato a las detenciones arbitrarias y al empleo indebido de la fuerza por parte de la policía. Todas las violaciones de derechos humanos que se denuncien deben ser investigadas con prontitud y de manera imparcial y efectiva, para que los responsables sean puestos a disposición de la justicia y sometidos a un juicio justo y en el que no se recurra a la pena de muerte.
Información complementaria
Según los Principios rectores de la ONU sobre las empresas y los derechos humanos, las empresas tienen la obligación de respetar los derechos humanos en cualquier parte del mundo donde desarrollen sus actividades, incluidas sus operaciones y cadenas de suministro. Estos principios exigen a las empresas tomar medidas, por iniciativa propia, para garantizar que sus operaciones internacionales no causan ni contribuyen a causar abusos contra los derechos humanos, y responder a los abusos contra los derechos humanos que se puedan producir.