La prioridad de Amnistía Internacional en este y en cualquier conflicto es asegurar la protección de la población civil; de hecho, ese era nuestro único objetivo cuando publicamos este nuevo material de investigación. Aunque mantenemos plenamente nuestras conclusiones, lamentamos el dolor causado y deseamos aclarar algunos puntos fundamentales.
En nuestro comunicado de prensa documentamos cómo, en las 19 ciudades y otras poblaciones que visitamos, encontramos casos en los que las fuerzas ucranianas se habían emplazado junto a lugares habitados por civiles, lo que podía ponerles en riesgo de ser alcanzados por el fuego de las fuerzas rusas. Hacíamos esta valoración basándonos en las normas del derecho internacional humanitario (DIH), que exigen que todas las partes en un conflicto eviten, en toda la medida de lo posible, emplazar objetivos militares dentro de zonas densamente pobladas o en sus proximidades. Las leyes de la guerra existen en parte para proteger a la población civil, y por este motivo Amnistía Internacional insta a los gobiernos a cumplirlas.
Esto no significa que Amnistía Internacional haga a las fuerzas ucranianas responsables de violaciones de derechos humanos cometidas por las fuerzas rusas, ni que las fuerzas armadas ucranianas no adopten precauciones adecuadas en otros lugares del país.
Debemos ser muy claros: Nada de lo que hemos documentado sobre acciones de las fuerzas ucranianas justifica en modo alguno las violaciones de derechos humanos cometidas por Rusia. Rusia es la única responsable de las violaciones de derechos humanos que ha cometido contra civiles ucranianos. El trabajo de Amnistía en los últimos seis meses y nuestros múltiples documentos e informes sobre violaciones de derechos humanos y crímenes de guerra cometidos por Rusia reflejan su magnitud y la gravedad de su impacto en la población civil.
Amnistía Internacional escribió al gobierno de Ucrania el 29 de julio detallando nuestras conclusiones. En nuestra carta, incluíamos coordenadas de GPS y otra información sensible sobre las ubicaciones, incluidos escuelas y hospitales, en las que habíamos documentado que fuerzas ucranianas habían establecidos sus bases entre población civil. No hicimos pública esta información en nuestro comunicado de prensa debido a los riesgos en materia de seguridad que supondría para las fuerzas ucranianas y para las personas civiles a las que entrevistamos.
Amnistía Internacional no intenta dar al ejército ucraniano instrucciones detalladas sobre cómo debe operar, pero pedimos a las autoridades pertinentes que cumplan plenamente con sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario.
La prioridad de Amnistía Internacional será siempre asegurar que se respetan las vidas de la población civil y los derechos humanos durante el conflicto.