En respuesta a la noticia de que las autoridades españolas planean deportar a Mohamed Benhlima, solicitante de asilo argelino, denunciante de irregularidades y activista contra la corrupción, Amna Guellali, directora adjunta de Amnistía Internacional para Oriente Medio y Norte de África ha manifestado:
“Las autoridades españolas son plenamente conscientes del sombrío destino que aguarda a Mohamed Benhlima si lo deportan. Durante los dos últimos años, las autoridades argelinas han intensificado su implacable persecución de activistas en su intento de aplastar toda forma de disidencia.”
“La comunidad internacional tiene el deber moral de apoyar a quienes denuncian violaciones de derechos humanos y alzan la voz contra la corrupción. España debe abandonar de inmediato sus planes de deportar a Mohamed Benhlima y respetar el principio de no devolución (refoulement).”
“En virtud del derecho internacional, ninguna persona debe ser devuelta a un país donde se vería expuesta a un riesgo real de tortura u otro trato o pena cruel, inhumano o degradante. Deportar a Mohamed Benhlima representaría una violación grave de las obligaciones de España en virtud del derecho internacional de los derechos humanos.”
Información complementaria
Mohamed Benhlima es un ciudadano argelino y exmilitar convertido en denunciante de irregularidades que en 2019 sacó a la luz la corrupción entre los altos mandos de las fuerzas armadas de Argelia.
Huyó a España en septiembre de 2019 tras ser informado de que su nombre figuraba en una lista de militares buscados, a raíz de su participación en el movimiento de protesta del Hirak. Desde entonces ha solicitado asilo en España y Francia.
El 7 de enero de 2021, fue condenado in absentia a 10 años de prisión por difundir online unos vídeos que denunciaban corrupción en el ejército.
Amnistía Internacional ha documentado el uso de tortura y otros malos tratos por las fuerzas de seguridad argelinas en al menos cuatro casos de activistas detenidos durante los tres últimos años por participar en el Hirak.
En un caso similar, las autoridades españolas extraditaron el 20 de agosto de 2021 al exmilitar y solicitante de asilo Mohmed Abdellah, que había solicitado refugio en España en noviembre de 2018 tras haber acusado públicamente de corrupción al ejército. Inmediatamente después de ser extraditado, Mohmed Abdellah fue llevado al centro de máxima seguridad de Antar, en Argel. En la actualidad continúa recluido. En una vista judicial celebrada el 2 de enero de 2022, declaró públicamente haber sido sometido a tortura y otros malos tratos bajo custodia.