Amnistía Internacional publica hoy una investigación basada en fuentes de acceso público que pone de relieve un peligro creciente en el conflicto de Yemen debido a que Emiratos Árabes Unidos (EAU) está armando a las milicias de manera irresponsable con una diversidad de armas avanzadas.
El documento de investigación, titulado “When arms go astray: Yemen’s deadly new threat of arms diversion to militias,” (Cuando las armas se extravían: nueva y mortífera amenaza de desvío de armas a las milicias en Yemen), pone de manifiesto cómo Emiratos Árabes Unidos se ha convertido en un importante canal de distribución de vehículos acorazados, sistemas de mortero, fusiles, pistolas y ametralladoras, que se están desviando ilegalmente a milicias que no rinden cuentas y están acusadas de crímenes de guerra y otras violaciones graves de derechos humanos.
“Después de que se ha criticado con razón a Estados Unidos, Reino Unido, Francia y otros Estados europeos por suministrar armas a las fuerzas de la coalición y se ha relacionado a Irán con el envío de armas a los huzíes, surge una nueva amenaza letal. Yemen se está convirtiendo por momentos en un refugio para milicias respaldadas por Emiratos Árabes Unidos, que prácticamente no rinden cuentas de sus actos”, ha dicho Patrick Wilcken, investigador sobre Control de Armas y Derechos Humanos de Amnistía Internacional.
“Las fuerzas emiratíes reciben armas por valor de miles de millones de dólares de Estados occidentales y de otras partes del mundo, y se limitan a desviarlas hacia milicias en Yemen que no responden ante nadie y de las que se sabe que han cometido crímenes de guerra. La proliferación de estas fuerzas combatientes es la fórmula del desastre para la población civil yemení: ya han sido asesinadas miles de personas, y millones más están a punto de morir de hambre como consecuencia directa de la guerra.”
Los grupos armados que reciben las armas de estos oscuros acuerdos —como las “Brigadas de Gigantes”, las unidades del Cinturón de Seguridad y las Fuerzas de Élite— están entrenadas y financiadas por EAU pero no responden de sus actos ante ningún gobierno. Algunas están acusadas de crímenes de guerra, que incluyen actos cometidos durante la reciente ofensiva a la ciudad portuaria de Hudaida y en la red de prisiones secretas en el sur de Yemen respaldada por Emiratos Árabes Unidos.
Estados que suministran armas a Emiratos Árabes Unidos
Según datos disponibles públicamente, desde que estalló el conflicto yemení en marzo de 2015, Estados occidentales han suministrado a Emiratos Árabes Unidos al menos 3.500 millones de dólares en armas, entre ellas armas convencionales pesadas —como aeronaves y buques—, armas pequeñas, armas ligeras y los correspondientes repuestos y municiones.
A pesar de las graves violaciones de derechos humanos atribuidas a los Emiratos y a las milicias que respalda, los siguientes Estados, entre otros, han suministrado armas recientemente a los emiratíes: Alemania, Australia, Bélgica, Brasil, Bulgaria, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, República Checa, Sudáfrica y Turquía.
Amnistía Internacional analizó información obtenida de fuentes de acceso público relacionada con la batalla de Hudaida y descubrió que milicias sobre el terreno están usando profusamente armas y vehículos militares suministrados a EAU.
Se ha documentado una amplia variedad de vehículos acorazados y equipados con ametralladoras pesadas suministrados por Estados Unidos, como los modelos M-ATV, Caiman y MaxxPro, en manos del Cinturón de Seguridad, las Fuerzas de Élite Shabwani y las “Brigadas de Gigantes”, todas milicias respaldadas por Emiratos Árabes Unidos.
Los “Gigantes” están recibiendo ametralladoras ligeras Minimi de fabricación belga que probablemente también fueron vendidas a los Emiratos. Otras armas empleadas por las milicias aliadas de EAU en Hudaida incluyen ametralladoras Zastava M02 Coyote y vehículos acorazados Agrab equipados con un sistema de mortero singapurés de 120mm; es el único país del que se sabe que ha adquirido este sistema combinado de armas.
En otras partes de Yemen, Emiratos Árabes Unidos ha entrenado y financiado directamente a las milicias, como el Cinturón de Seguridad y las Fuerzas de Élite, que dirigen una oscura red de prisiones secretas conocida como “lugares negros”.
Amnistía Internacional y otras organizaciones ya habían documentado el papel desempeñado por estas fuerzas en las desapariciones forzadas y otras violaciones de derechos humanos cometidas en estos centros, como detenciones a punta de pistola, tortura con descargas eléctricas, simulacros de ahogamiento, suspender del techo a las víctimas, humillación sexual, reclusión prolongada en régimen de aislamiento, condiciones precarias de reclusión y provisión insuficiente de comida y agua.
Las milicias respaldadas por los Emiratos que dirigen estos lugares negros llevan fusiles búlgaros y conducen vehículos acorazados estadounidenses.
Violación del Tratado sobre el Comercio de Armas
Muchos de los Estados que siguen suministrando armas a EAU son partes en el Tratado Internacional sobre el Comercio de Armas. Algunos, por ser miembros de la UE o en virtud de su legislación interna, tienen la obligación jurídica de no transferir armas que se estén utilizando para cometer crímenes de guerra. Al persistir en la práctica de transferir armas a Emiratos Árabes Unidos, a pesar de las pruebas abrumadoras de que tales armas se están usando para cometer crímenes de guerra y otras violaciones graves de derechos humanos en Yemen, están incumpliendo dicha obligación.
Amnistía Internacional hace un llamamiento a todos los Estados para que no suministren armas a todas las partes del conflicto de Yemen mientras exista un riesgo considerable de que puedan utilizarse para cometer o facilitar la comisión de graves violaciones del derecho internacional humanitario y de derechos humanos. Dinamarca, Finlandia, Noruega y Países Bajos han anunciado recientemente la suspensión de las transferencias de armas a los Emiratos.
“La próxima ronda de conversaciones de paz sobre el conflicto de Yemen es inminente, y los Estados proveedores de armas deben reflexionar detenidamente en cómo sus transferencias de armas siguen fomentando, directa e indirectamente, la comisión de crímenes de guerra y otras violaciones graves de derechos humanos. La proliferación de milicias que no rinden cuentas y están respaldadas por EAU está agravando la crisis humanitaria y entraña una amenaza creciente para la población civil”, ha dicho Patrick Wilcken.