La decisión de un tribunal malaisio de confirmar el fallo condenatorio del dirigente de la oposición Anwar Ibrahim por “sodomía” y condenarlo a cinco años de cárcel es opresiva y tendrá un efecto inhibidor del ejercicio de la libertad de expresión en el país, ha asegurado Amnistía Internacional.
El Tribunal Federal de Malaisia, máxima instancia judicial del país, ha ratificado hoy la decisión de un tribunal de apelación de revocar la absolución de Anwar Ibrahim de cargos de “sodomía” que se remontaban a 2008, y lo ha condenado a cinco años de prisión.
“Es una decisión lamentable, así como el último capítulo de los incesantes intentos de acallar las voces que critican al gobierno por parte de las autoridades malaisias. Las acusaciones de ‘sodomía’ contra Anwar Ibrahim siempre se han basado en motivos políticos, por lo que debería quedar en libertad de inmediato”, ha dicho Richard Bennett, director del Programa de Amnistía Internacional para Asia y Oceanía.
“El poder judicial malaisio ha dejado pasar la oportunidad de demostrar su independencia frente a injerencias políticas. Consideramos que Anwar Ibrahim es preso de conciencia, encarcelado exclusivamente por el ejercicio pacífico de su derecho a la libertad de expresión.”
“Los intentos de silenciar al líder de la oposición tienen lugar en el contexto de una campaña general de represión de las voces disidentes en Malaisia. A lo largo de 2014, las autoridades recurrieron cada vez más a la draconiana Ley contra la Sedición para perseguir a periodistas, políticos e intelectuales a los que consideraban incómodos. Esta práctica debe terminar de inmediato.”