PORQUÉ IMPORTA QUE REINO UNIDO ESPIARA A AMNISTÍA INTERNACIONAL

csm_212949_Possible_Banksy_Artwork_Around_A_Telephone_Box_dd1bd3fc53Por Joshua Franco, asesor sobre tecnología y derechos humanos que trabaja sobre la campaña de Amnistía Internacional #DejenDeSeguirme, contra la vigilancia.

En Amnistía Internacional nos quedamos espantados ante la noticia, conocida la semana pasada, de que el gobierno de Reino Unido ha estado espiando nuestras comunicaciones. Esta semana exigimos respuestas. Hoy hemos escrito a David Cameron para pedir una explicación de por qué Reino Unido está espiando a una organización de derechos humanos.

Esta petición ha venido precedida por el primer reconocimiento oficial, producido el pasado miércoles, de lo que muchos de nosotros sospechábamos desde hacía tiempo: que el gobierno británico está espiando las comunicaciones de Amnistía Internacional. Pero lo que no sabemos resulta casi más aterrador. No sabemos a qué comunicaciones se accedió, ni por qué, ni cuántas veces, y no sabemos si esta vigilancia continúa.

Y a menos que el primer ministro David Cameron decida lo contrario, es poco probable que encontremos respuesta a estas preguntas con cierta rapidez. El Tribunal de Poderes Investigadores (IPT, por sus siglas en inglés), órgano que supervisa las agencias de inteligencia británicas, celebra la mayoría de sus audiencias en secreto. El único motivo por el que conocemos lo poco que ha llegado a nuestros oídos es que las agencias gubernamentales infringieron sus propias directrices internas respecto al tiempo que podían almacenar nuestras comunicaciones. De hecho, la sentencia original del IPT concluyó que no se había cometido ninguna infracción, y hasta 10 días después no se nos notificó por correo electrónico que se trataba de un error. El tribunal había mezclado accidentalmente a Amnistía Internacional con otra organización.

Todo ello subraya claramente por qué es tan sumamente necesaria una supervisión mejor y más abundante de los programas de vigilancia. Esto resulta especialmente aplicable cuando consideras cuánto tiempo hemos estado tratando de obtener alguna confirmación de los gobiernos estadounidense y británico respecto a si estaban leyendo nuestras comunicaciones.

En 2008, Amnistía Internacional Estados Unidos formó parte de una causa judicial que pretendía impugnar la interceptación, por parte del gobierno estadounidense, de sus comunicaciones. En 2013, la Corte Suprema de Estados Unidos rechazó la causa, alegando que Amnistía Internacional Estados Unidos “carecía de argumento procesal”, ya que el riesgo de vigilancia era demasiado “especulativo”. En otras palabras, antes de poder acceder a los tribunales, teníamos que poder demostrar los detalles de los programas que el gobierno mantenía en secreto.