Rusia necesita establecer con urgencia legislación para proteger contra todas las formas de violencia de género y poner fin a la cultura que, consentida por el Estado, estigmatiza a las mujeres y las niñas que denuncian esta violencia, así lo ha manifestado Amnistía Internacional en una protesta organizada con ocasión del Día Internacional de la Mujer en el país.
La protesta, celebrada ante la Duma, la Cámara Baja del Parlamento ruso, se ha producido un día después de que se respondiera en ésta con burlas a unas denuncias de acoso sexual formuladas contra un destacado parlamentario.
El presidente de la Duma dijo ayer a tres mujeres periodistas que se pusieran a “buscar otro trabajo” después de que acusaran al parlamentario de acoso sexual por, entre otras cosas, manosearlas durante unas entrevistas. En la legislación rusa actual, tal conducta no es delito.
“El año pasado, los legisladores rusos aprobaron una ley que despenalizaba algunas formas de violencia en el ámbito familiar, y ahora celebran el Día Internacional de la Mujer mostrando solidaridad con un presunto acosador sexual”, ha señalado Denis Krivosheev, director adjunto de Amnistía Internacional para Europa Oriental y Asia Central.
“Rusia debería estar ocupándose de la violencia, el acoso y la discriminación de género, que están profundamente arraigados en el país. Para ello se debe promover un debate franco sobre la cuestión y aplicar con urgencia medidas de protección, no menoscabar las disposiciones jurídicas existentes y estigmatizar a las mujeres de denuncian abusos.”
En las dos últimas semanas, tres periodistas rusas –Yekatrina Kotrikadze, editora adjunta del canal de televisión RTVI; Daria Zhuk, productora de TV Rain, y Farida Rustamova, reportera del servicio en ruso de la BBC- han acusado a Leonid Slutsky, presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Duma, de manosearlas.
La Comisión de Ética de la Duma no ha respondido aún a las denuncias.
El presidente de la Duma, Vyacheslav Volodin, se refirió ayer a ellas indicando a las periodistas: “¿Están ustedes en peligro cuando trabajan en la Duma? Pues entonces pónganse a buscar otro trabajo.”
Muchos de sus colegas del Parlamento, incluidas un grupo de parlamentarias, han calificado las denuncias de “provocación”.
“La legislación rusa necesita desesperadamente ser reformada a fin de que cumpla las normas internacionales de derechos humanos y combata de manera efectiva todas las formas de violencia sexual, incluidos el acoso y la agresión sexual en el trabajo, en el hogar y en otros ámbitos. Ahora mismo la legislación rusa no protege en absoluto a las víctimas de acoso sexual ni a muchas víctimas de agresión sexual”, ha explicado Denis Krivosheev.
Un pequeño grupo de activistas de Amnistía Internacional han organizado hoy una protesta ante la Duma; las autoridades rusas les denegaron el permiso para celebrar una manifestación de mayor tamaño.
La normativa oficial sólo permitía la presencia de una persona en la protesta, por lo que simpatizantes y activistas de Amnistía Internacional se han turnado para sostener el único cartel que llevaban, mientras un grupo de manifestantes ultranacionalistas proferían insultos cerca de allí.