IRÁN: CONDENA DE 16 AÑOS A DEFENSORA DE LOS DERECHOS HUMANOS EN ESTADO GRAVE REVELA UNA REPRESIÓN ABSOLUTA

narges-mohammadi]AmniostiaInternacionalLa increíble condena de 16 años de prisión impuesta a la destacada defensora de los derechos humanos Narges Mohammadi, que sufre varias enfermedades crónicas graves, representa un absoluto atentado contra los defensores y defensoras iraníes de los derechos humanos y demuestra que Irán utiliza su abusivo sistema de justicia penal como instrumento de represión, ha manifestado Amnistía Internacional.

Narges Mohammadi, distinguida defensora de los derechos humanos, partidaria de la campaña contra la pena de muerte Legam (Paso a Paso para Abolir la Pena de Muerte) y vicepresidenta del Centro para la Defensa de los Derechos Humanos de Irán, ha sido condenada por un tribunal revolucionario de Teherán, que la ha declarado culpable de varios cargos falsos contra la seguridad nacional, relacionados con su trabajo de derechos humanos. La sentencia se comunicó a su abogado el 17 de mayo.

“La condena de Narges Mohammadi es otro ejemplo aterrador de cómo Irán hace uso de imprecisos cargos contra la seguridad nacional para reprimir el ejercicio pacífico de la libertad de expresión. No hay duda de que se la está castigando injustamente por su compromiso firme con los derechos humanos. Las autoridades han puesto claramente de manifiesto su determinación implacable de silenciar a los defensores y defensoras de los derechos humanos e infundir temor a los posibles detractores de sus políticas”, ha señalado Philip Luther, director del Programa de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África.

“Es vergonzoso que las autoridades iraníes traten como a una delincuente a una destacada defensora de los derechos humanos ensalzada por ser un faro de esperanza. Demuestra que su preocupación por los derechos humanos es sólo de palabra y que desprecian totalmente los principios básicos de justicia. Narges Mohammadi es presa de conciencia, y las autoridades iraníes deben dejarla en libertad de inmediato y sin condiciones y anular la sentencia dictada contra ella.”

Narges Mohammadi está cumpliendo ya otra condena de seis años en la prisión de Evin de Teherán debido a su trabajo de derechos humanos.

En esta última causa contra ella, el tribunal la ha condenado a 10 años de prisión por el cargo de “fundar un grupo ilegal”, relacionado con su participación en Legam. También le ha impuesto una pena de cinco años por “reunión y colusión para cometer delitos contra la seguridad nacional” y otra de un año por “difundir propaganda contra el sistema”. El tribunal admitió como “pruebas” una entrevistas que Narges Mohammadi concedió a medios de comunicación internacionales y una reunión que mantuvo en marzo de 2014 con la entonces alta representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Catherine Ashton.

Si se confirman la sentencia y la condena, tendrá que cumplir al menos 10 años de prisión por el cargo más grave, el de “fundar un grupo ilegal”. Es así en virtud de unas disposiciones del Código Penal de 2013 de Irán según la cuales las personas declaradas culpables de múltiples cargos deben cumplir sólo la condena más larga de todas las que le hayan sido impuestas.

“La condena de Narges Mohammadi [tiene por objeto] vengarse de una activista de los derechos humanos que se opone a la pena de muerte y pide su eliminación gradual […] De hecho, a veces la sentencia de un juez no es más que una herramienta en manos de los poderosos”, ha afirmado el esposo de Narges Mohammadi, Taghi Rahmani.

La severa condena de prisión impuesta a Narges Mohammadi es continuación de años de hostigamiento, jalonados de periodos de detención, que han causado estragos en su salud y han afectado mucho emocionalmente a sus dos hijos de corta edad. Está gravemente enferma, pues padece embolia pulmonar (un coágulo de sangre en los pulmones) y una afección neurológica que le provoca convulsiones y parálisis parcial transitoria. Necesita atención médica especializada constante, que no pueden prestarle en la prisión.

Las autoridades han negado también a Narges Mohammadi el derecho a comunicarse con su hijos. Son dos gemelos de nueve años, que han tenido que irse a vivir al extranjero con su padre, pues no hay nadie que cuide de ellos en Irán. Desde el verano pasado sólo le han permitido hablar con ellos por teléfono una vez.

“Me pregunto cómo voy a decir a Ali y a Kiana, que sólo han oído la voz de Narges una vez en el último año, que su madre tiene que pasar 10 años más en prisión. Tienen sólo nueve años y lo han pasado muy mal desde los tres. Pero tengo que prepararme para decirles lo que ha ocurrido”, ha explicado Taghi Rahmani a Amnistía Internacional.

Información complementaria

Amnistía Internacional puso de relieve el caso de Narges Mohammadi en su campaña anual Escribe por los Derechos de 2012.

Actualmente cumple una condena de seis años de prisión, que le fue impuesta por cargos de “reunión y colusión para cometer delitos contra la seguridad nacional” y “difusión de propaganda contra el sistema”, en relación con su activismo en favor de los derechos humanos. Comenzó a cumplir esta condena en abril de 2012, pero la dejaron en libertad a los tres meses por razones médicas, pues tenía que recibir tratamiento por un problema de salud que le causaba parálisis parcial y que había ido a peor debido a su encarcelamiento.

La detuvieron de nuevo en mayo de 2015 y la llevaron a la prisión de Evin de Teherán para que siguiera cumpliendo condena. En octubre de 2015 sufrió varias veces convulsiones, lo que al final llevó a la autoridades a permitir su hospitalización. No obstante, su tratamiento quedó interrumpido, pues, en contra de la opinión del médico, la devolvieron a la prisión al cabo de 17 días.

En otra causa abierta también contra ella, está acusada de “insultos a agentes al ser trasladada al hospital” por haber protestado por el trato inhumando que le dispensaba el personal de la prisión.