Las autoridades de Chad deben poner en libertad inmediata e incondicional, y retirar todos los cargos que pesan contra él, a un defensor de los derechos humanos condenado a dos años de prisión por expresar pacíficamente sus opiniones sobre el sistema judicial del país. Así lo ha manifestado Amnistía Internacional hoy.
Djeralar Minkeol es un activista chadiano y director de la Asociación Ngaoubourandi (ASNGA), una organización centrada en la lucha contra el acaparamiento de tierras y en cuestiones relativas a la producción petrolera. Fue condenado ayer tras haber sido detenido sin orden judicial el mes pasado tras una entrevista de radio en la que condenó las prácticas corruptas de algunos funcionarios judiciales. Había sido acusado de “insulto al poder judicial”, y el fiscal que ordenó su detención era uno de los demandantes en el juicio.
“Djeralar Minkeol es un preso de conciencia que debe ser puesto en libertad inmediata e incondicional, y deben retirarse todos los cargos contra él. Esta operación para silenciar a quienes critican al gobierno demuestra que la libertad de expresión sigue estando severa e indebidamente limitada en Chad”, ha manifestado Steve Cockburn, director regional adjunto de Amnistía Internacional para África Occidental y Central.
“Se trata de un claro intento de castigar a un defensor de los derechos humanos por expresar pacíficamente sus opiniones y, de disuadirlo, a él y a otras personas, de que sigan haciéndolo. Esta condena no tiene nada que ver con la justicia.”
Djeralar Minkeol fue detenido el 15 de junio por la fiscalía de la región de Logone Occidental, que lo interrogó sobre una entrevista que había concedido el 7 de junio en radio FM Liberté. En dicha entrevista, Djeralar Minkeol había condenado el acaparamiento de tierras en la zona, y había sugerido la complicidad de algunas autoridades locales, fuerzas de seguridad y magistrados, sin citar ningún nombre en particular.
Ayer, 23 días después de su detención, Djeralar Minkeol fue condenado a dos años de prisión y a una multa de 100.000 francos CFA (unos 167 dólares estadounidenses) por el Tribunal Superior de Justicia de Moundou, la principal ciudad de la región.
Djeralar Minkeol se encuentra actualmente en el hospital regional de Moundou, donde ingresó el 23 de junio con un episodio grave de malaria y fiebres tifoideas. Debe tener acceso a atención médica continuada, según ha manifestado Amnistía Internacional.
Setenta y cinco activistas, entre ellos 23 mujeres, principalmente de comunidades agrícolas del departamento de Gueni, fueron detenidos también cuando se dirigían al juicio con el fin de mostrar su solidaridad. Quedaron en libertad unas horas después de haber sido detenidos, salvo Jean Pierre Mbaiguen, que continúa bajo custodia policial en la “Commissariat du Marché” de Moundou.
“Expresar una opinión sobre los presuntos actos de acaparamiento de tierras o corrupción no debe ser tratado como delito. Minkeol no debería haber sido acusado, y los agricultores no deberían haber sido detenidos. Las autoridades de Chad deben dejar de violar el derecho fundamental a la libertad de expresión y de reunión protegido por el derecho internacional de los derechos humanos”, ha manifestado Steve Cockburn.