Ante la puesta en libertad bajo fianza de personas voluntarias y personal humanitario que proporcionaron asistencia vital a personas refugiadas, Kondylia Gougou, investigadora sobre Grecia de Amnistía Internacional, ha declarado:
“Aunque acogemos con satisfacción la noticia de que estas dedicadas personas regresarán esta noche con sus familias después de pasar más de 100 días entre rejas, es indignante el hecho de que aún se enfrenten a cargos absurdos y a la posibilidad de ser condenadas a largas penas de prisión.
“Este caso no es más que el último ejemplo del uso indebido de las leyes contra el tráfico de personas por las autoridades para acosar a activistas y criminalizar el salvamento. Detener a trabajadores y trabajadoras humanitarios que ayudaban a las personas que lo necesitaban es contrario a toda lógica. Quienes actúan desinteresadamente de este modo deben ser elogiados, no encarcelados. Estos cargos sin fundamento deben ser retirados”.
Información complementaria
Cuatro trabajadores humanitarios de ambos sexos han sido puestos en libertad bajo fianza ayer.
Sean Binder y Sara Mardini quedaron en libertad bajo fianza de 5.000 euros. Las autoridades griegas los acusan de varios delitos, entre ellos pertenencia a una organización delictiva, espionaje, así como facilitar el contrabando de personas. Según el equipo jurídico que representa a ambos, las autoridades griegas no presentaron pruebas concretas que respaldaran estas graves acusaciones. Estos cargos podrían conllevar hasta 25 años de prisión.
Otros dos miembros de ONG acusados de los mismos cargos han sido puestos en libertad bajo fianza también ayer después de tres meses de detención en espera de juicio.