Las fuerzas de seguridad egipcias se llevaron hoy a la activista de derechos humanos y ex presa de conciencia Sanaa Seif cuando estaba frente a la Fiscalía, en El Cairo Nuevo, esperando para presentar una denuncia tras haber sufrido una agresión violenta.
Sanaa Seif fue llevada a la oficina en El Cairo de la Fiscalía Suprema de la Seguridad del Estado, rama de la Fiscalía especializada en la investigación de amenazas para la seguridad nacional. Familiares y simpatizantes reunidos frente a la oficina supieron posteriormente que los fiscales la habían interrogado en relación con los cargos de “difusión de noticias falsas”, “incitación a cometer delitos terroristas” y “uso indebido de las redes sociales”.
El hermano de Sanaa Seif, el activista Alaa Abdel Fatah, está detenido arbitrariamente desde septiembre de 2019. El 22 de junio, Sanaa Seif, su madre y su hermana estaban esperando frente al complejo penitenciario de Tora para recibir una carta suya cuando un grupo de mujeres armadas con palos las atacó y les robó a plena vista de las fuerzas de seguridad.
“Sanaa Seif y su familia llevan sufriendo años de hostigamiento e intimidación por su activismo de derechos humanos, pero lo sucedido en los últimos dos días constituye un nuevo nivel de vileza. El hecho de que Sanaa Seif fuera detenida delante mismo de la Fiscalía muestra el descaro con el que actúan ya las fuerzas de seguridad egipcias”, dijo Philip Luther, director de Investigación y Trabajo de Incidencia de Amnistía Internacional para Oriente Medio y Norte de África.
“El fiscal tiene que tomar una decisión ahora: respetar la ley e investigar las agresiones contra Sanaa Seif y su familia, lo que incluye el papel que desempeñaron las fuerzas de seguridad en la agresión de ayer, o ser cómplice de las fuerzas de seguridad en los ataques dirigidos a Sanaa Seif y a su familia sólo por cuestionar la detención arbitraria de su hermano y preguntar por su salud en medio de una pandemia”.
“La detención de Sanaa Seif se produjo sólo un día después de que ella, su hermana y su madre fueran agredidas por varias mujeres frente al complejo penitenciario de Tora mientras miembros de las fuerzas de seguridad miraban sin intervenir. Pedimos a las autoridades egipcias que pongan en libertad inmediata e incondicional a Sanaa Seif y pongan fin al incesante hostigamiento a su familia. También reiteramos nuestro llamamiento para que pongan en libertad inmediata e incondicional a Alaa Abdel Fattah y, mientras tanto, garanticen que puede comunicarse con su familia”.
Información complementaria
El 22 de junio, Sanaa Seif estaba esperando frente al complejo penitenciario de Tora, en El Cairo, para recibir una carta de su hermano arbitrariamente detenido, Alaa Abdel Fattah. Su madre, Laila Soueif, y su hermana Mona Seif estaban con ella. Un grupo de mujeres las abordó, les pegó con palos, les desgarraron la ropa, las arrastraron por el suelo y les robaron algunas de sus pertenencias. Según informes, un policía empujó a Laila Soueif hacia las agresoras, mientras otro ordenaba a éstas: “llévenselas fuera [de la zona de espera]”. Según las fotos que ha examinado Amnistía Internacional, la agresión dejó señales visibles en el cuerpo de las mujeres.