Tras saberse que, en medio de la pandemia de COVID-19, se ha producido un aumento de las ventas de armas de fuego y se están reconociendo como “establecimientos esenciales” los comercios de armas de fuego, Ernest Coverson, responsable de la campaña de Amnistía Internacional Estados Unidos por el fin de la violencia con armas de fuego, ha hecho la siguiente declaración:
“Con el aumento de las ventas de armas de fuego debido a la COVID-19 y dado que 4,6 millones de niños y niñas viven ya en hogares donde hay alguna, quedarse en casa puede ser seguro para algunos menores, pero para muchos supone una nueva amenaza. La semana pasada, sin ir más lejos, se produjeron ya disparos accidentales en Arizona, Kentucky, Misuri y Oregón, que se cobraron las vidas de niños de tan sólo tres años.”
“En vez de tomar medidas agresivas para frenar la violencia con armas de fuego, el gobierno federal ha dado una vez más prioridad a la posesión de un arma a costa del derecho básico a vivir con seguridad y ha calificado las armas de fuego de esenciales y decisivas para la infraestructura contra la pandemia. Las tiendas de venta de armas de fuego no son establecimientos esenciales y no deben permanecer abiertas durante esta pandemia.”
“Con la capacidad de los hospitales sumamente mermada debido a la pandemia, no podemos permitir que la violencia con armas de fuego cause más heridas y muertes aún. El gobierno federal ha cometido un error que no servirá más que para que se pierdan aún más vidas como consecuencia de la violencia insensata con armas de fuego.”
Encontrarán más información (en inglés) sobre la COVID-19 y los derechos humanos en: https://www.amnestyusa.org/distant-but-together-responding-to-covid-19/
Esta declaración está disponible (en inglés) en: https://www.amnestyusa.org/press-releases/increased-gun-sales-and-gun-stores-recognized-as-essential-businesses-amid-covid-19-pandemic-will-lead-to-more-violence